La historia contada e inventada, difiere mucho de la historia universal real, siempre contada subjetivamente, por unos pocos sobre otros pocos. ¿Hay vidas que no tienen el interés de ser contadas? ¿Quién puede decir que unos hechos o historias personales pueden o no analizarse y ser objeto de estudios históricos o no serlo?

Me imagino el tiempo, la historia lineal e inevitable, como algo que pudiéramos moldear a nuestro antojo. Construimos la historia, cada uno su historia universal sobre los textos encontrados, pero sobre todo bajo la subjetividad y las experiencias vividas. Dejando a priori claro que va a ser una historia subjetiva… los historias lo esconden argumentando que ellos trabajan sobre las ciencias históricas… sabiendo que la ciencia imperante intenta ser objetiva y experimental. Acaso, los que han contado la historia, no estaban influenciados tanto por su estado anímico como por sus ideales.

Es lo mismo que la historia de un individuo contada y percibida por él mismo. O sea, la psicología interna de un individuo, influenciada directamente por lo que le afecte su propia historia.

Una vez más la objetividad es imposible de llevar a cabo, inclusive en la ciencia supuestamente objetiva, es básico para la claridad de esta línea, que es finita y es la historia.

Ojalá fuese cierto el eterno retorno nietzscheano, pero siempre moldeable por el sujeto. Pensar, quiero que eternamente y cíclicamente suceda mi vida como la he vivido, pero pudiendo cambiar esto y aquello un poco más hacia el centro, hacia la izquierda o hacia la derecha. Al fin y al cabo el lado del cuerpo que predomina nos determina constantemente.

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