Todo consiste en la linealidad, que es otra forma de pensamiento, que la del término medio aristotélico, pensaba Jesús.

Pero el tipo de linealidad a la que se refería, no sabía a ciencia cierta cuál era.

Podía ser una línea cerrada, o sea, en círculo. Esta línea le gustaba, tenía algo de mística. La línea cerrada, se podía emparentar con los antiguos griegos o con el pensamiento nietzscheano. Sí, la verdad es que me gusta más que la línea recta, pensaba, si tiene principio y final es la histórica de la humanidad, según el pensamiento cristiano. Si no tiene ni principio ni fin, es la del Dios cristiano.

Las líneas rectas no me gustan. Yo siempre he sido un tipo moderno, juerguista, nada conservador, idealista, poeta, y algo capullo, pensaba Jesús, deja de pensar en líneas abstractas, y mira de ganar más dinero.

Lo pensaba porque se lo decía su novia, Raquel. Con mil euros más al mes, cuántas cosas podríamos hacer.

Jesús, le daba la razón, intentaba prosperar en su empresa, pero el propósito le duraba una semana. Luego volvía a sus pensamientos místico-filosóficos, que en realidad no le llevaban a ningún lado.

La verdadera pregunta que acabó haciéndose es la siguiente: ¿Tengo algún propósito tangencial en esta vida? No obtenía respuesta, fue poniéndose irascible, y poco a poco violento, hasta que un día en una discusión con su novia, la empujó tirándola a la cama. Raquel, desapareció durante un mes, tiempo en el que logró escalar puestos en su empresa. Ahora que lo había dejado quería a Jesús cerca. Después del mes volvió  diciéndole que aunque estaba hasta los ovarios de él, no podía vivir con él ausente.

Jesús la invitó a cenar.

• ¿Y eso?, le preguntó Raquel.
• Me han ascendido. Cobró dos mil doscientos euros, más tus mil cien, podremos vivir bien, ¿no es lo que querías?

Raquel, encantada de la vida le dijo, estoy muy orgullosa de ti, pero por favor no dejes de hacerte esas preguntas tan absurdas sobre la vida.

Jesús, se volvió mitad material, mitad espiritual, y Raquel, valorando sus contradicciones radicales e internas, pensaba, tampoco es un tipo tan raro, además me da tanto placer…

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