Estudio.
¿Existen los profesores?
Me enamoré y después otra vez color
y melodías.
Qué mezcla.
Qué anarquía.
Qué sabores.
¡Qué turbio y qué apasionante!
Cómo el golpe del martillo en la gubia.
Cómo el arte por el arte.
Cómo la vida por la vida.
¿Algo tiene sentido?
¡Qué melodía!
Ininteligible mas
atrayente.
No hace falta dar fe.
Mi voz tiembla, mi sexo pasa
frío.
Mientras… y después…
el escorbuto…
Dicen extinguido, ¿o no es cierto?
Para mí es pura hipótesis.
Valores…
Incredulidad y
descaro.
Completando algún
camino.
¿Acaso yo hago camino?
No existe, no es.
¿El amor es un camino?
¿Todo camino tiene un final?
El secreto… la pasión…
Que el camino sea circular…
Cómo líquido pestilente.
Cómo pasión despistada
por su narcisismo.
El acto, la crueldad
más allá de la guerra=placer
sexual.
Como una muerte sincera,
con la convicción
de que se quiera, se desee.
También algo de aprensión.
La oscuridad vs el amor.
La copulación vs el vacío.
Como el estar sin ser.
¿Dónde ha quedado el ardor privilegiado?
Sacar junto a la luz, luego
ofuscación.
Claro, estaba junto a la luz
y no en la luz.
¿Hay expresión?
¿O la expresión eres tú?
Mientras… después tirito y
no tengo frío.
Es por tu piel, sexual,
sedosa, masticable,
afrodisíaca.
Estaba situado…
pero no sé adónde.
El agua lejos de ser cristalina, ni
saciaba la sed.
Mejor hacer infusión de café.
¿Existen los nervios?
No sé, pero a veces corroen.
Mientras, me penetraron unos versos y
un cuerpo de mujer.
Que conste que no era arquetípico.
Final…
Para volver a re andar.
Como charca, turbia pero
con vida.
Las llaves que abren las puertas
de mi vida.
¿Quizás hay varias?
Todas llegan a una única
mujer.
A un único órgano
sexual femenino.
Universal, arquetípico,
dionisíaco.
Ensamblaje.
Comportamiento
oxidado.
Todo diáfano.
Breve historia del
amor, de la
sexualidad,
de los impulsos.
Coraje, entre la estupidez y la pasión.
Como noto mi cerebro.
Duele, preferiría un tacto suave,
como el del agua jabonosa, y más
si tú estás sumergida en ella,
mujer fiel y de principios.
Aunque odio los principios.
No hay idioma.
¿Transmites algo?
Quizás deba estudiar
semiología son intereses por una
turbia afirmación.
No hay estrés aunque vaya unido
al amor.
Amor +sexo=placer +satisfacción
¿Y cuándo algo de ello falla?
No hay satisfacción, el contenedor tiene
contenidos turbios mas llenos de
amor por su mujer.
Más sexo loco por favor.
Clan, como manada de lobos,
irrealidad con estrés.
Eyaculación con amor.
Las curvas circulares llegan ya.
¡Cuánta corrupción!
Control,
confianza,
atraco de pareceres.
Turbulencia,
¿Hay vida?
Hay circunspección.
Amor.
¿Amor?
¡Amor!
¡Qué explosividad!
Ni vergüenza,
ni falta de compostura
cuando el agua ya no quita
la sed.
¡Más de mí mujer!
¡Quiero más de mi mujer!
Ante el desespero y
la impotencia,
aunque sigo descansando.
Ley de vida.
Aunque en la vida ya
no hay leyes.
Hay intenciones,
hay tentaciones,
hay impulsos.
Cómo agua
después de la tormenta.
Luego ruido, distorsiones,
savia y vino.
Quejas pausadas.
Rayas en el caos
que forma una línea.
Después de la caricia,
el anonimato,
la pasión
sin dejadez.
orgasmo.
Canto,
desespero,
vida,
nubes,
alegría,
contabilidad.
En los ratos libres
y necesarios,
amor.
Autorretrato sarcástico,
turbio.
Entre inquietudes, miedos,
ansias de mayor juventud,
si la juventud es vitalidad.
Aunque mi vitalidad
está angustiada…
Y entre comas, romance,
lírica, sexo, caricias,
pasión, besos: o sea,
amor.
No todo es físico.
La turbulencia.
Triquiñuelas espirituales.
¿Y luego?
Concreción en la desesperación.
No hay más, igual tampoco…
Vivo y convivo con mi amoralidad,
cómo perro mediocre.
Cómo el instinto sin límites.
Llega la caricia, llega
la excitación
Sin preaviso.
En le aquí y el ahora.
Concretando.
Corrigiendo el tono. De forma
alegre.
Aflicción.
Derroche de saber.
¿Todo es sophia?
Entonando.
Creencia.
Desmesura
y algo de arrogancia
con ceguera turbia,
gritos,
pasión. No estaría de
más decir cabrón.
O practicar el sexo con uno
mismo.
¡Qué agresión!
Siempre en el deambular.
Entraba, contienda asegurada.
Estrés, el bien o el mal.
Sin entrar en que sean conceptos simbólicos-
Subjetivos-comunitarios.
Mientras, ¿algo de amor?
Ya que falta el amor…
Y ni siquiera oigo alguna melodía.
Estaba…
Horizontal.
En pleno discurso,
algo turbio.
¿Son mis ojos o mi cerebro?
¡Qué resentimiento!
¡Qué locura!
¿Me dejas hacerte el amor?
¿Acaso llegará la calma?
Infusión de cilantro.
Era el no mundo.
Análisis curvos
estructurados, turbulentos.
Momentos después
De la histeria: un beso.
Entendiendo,
mirada turbia
antes de la vida.
Mientras, quizás con posible estrés
por lo segura muerte.
sin proceso, sin camino.
Algo de caricias y afuera
los problemas.
Entre actos.
Quizás le pida…
composición…
turbulencia.
Antes: la nada.
Después: la nada.
Incremento de imágenes.
Ideas, metamorfosis en el
Concepto.
¿Y si hay piel suave cerca?
Si hay piel suave…
Placer…
¿Y después del placer?
Había sido.
Había visto.
Había amado.
He deseado…
Poca cosa…
Sin fin…
Sin pausa…
Por el camino recto
de 360º.
Llegando siempre al
mismo punto.
Singular.
Turbio.
Al fin besar diciendo…
me gustan tus pechos.
Antes y después,
melodías…
entre turbulencias.
Ser, sentir, odiar.
Quizás nacimiento prematuro:
subdesarrollo en las constantes
vitales.
Quizás el relacionarse
mis neuronas…
quizás el más allá…
angustia.
Besos en mayúsculas.
Besos esperados.
Besos complacientes,
reparadores…
Descomposición.
Horarios turbulentos.
Entendimiento.
Breve.
Lúcido.
Teoría sobre el amor.
Aquí o allá.
Todo es el tema.
Todo nos desmonta.
Y perpetuado en el amor…
continuo…
Concretar oportunidades.
Destruir para crear, entre ruido,
humo, melodías pesimistas.
Luego llegar otra vez extasiado
hasta volver.
Siempre consiguiendo.
Después las sonrisas,
las caricias, el sexo
depravado, el desasosiego.
Reminiscencias de tiempos
por llegar.
Turbulencias presenciales,
entre el instante y la visión.
¡Qué llega el desespero!
Una caricia que peina.
Una vagina que chupa.
Un amor que enloquece…
por si mismo… ¿cómo amor?
Guerra mental…
¿y la calma?
Reajustar experiencias
entre lo turbio y la desesperación.
Siempre espero tus
suaves palabras.
Recogida,
expresión y nubes.
Pálido, extasiado…
angustiado.
La vida,
paradoja y éxtasis.
Paradoja y depresión.
Al final eyaculé.
Tu cuerpo, mi lengua,
tu interior.
Encontrarse.
Giro a la izquierda.
¿Qué me diría un intelectual
anglosajón?
La vida es lógica.
La lógica son turbulencias
que llevan al desespero.
Búscate una buena mujer.
¡Ah!, ¿ya la tienes?
Pues más lógica en
tu vida.
Más lógica.
Crear.
Recrear y recomponer,
corregir.
¿Acaso no existe el gris?
Grito, odio, amo.
¿Una caricia más?
Sábanas arrugadas,
Manchadas de semen y flujo
vaginal.
Insomnio, turbulencia,
desasosiego.
¿Y si follamos otra vez?
Te acaricio un dedo,
un muslo, una oreja.
La claridad emerge de
mi interior,
De tu interior.
Grito en el pozo.
Nubes, descontrol,
pensamiento propio,
turbulencias.
Y después de una borrachera
de amor y juegos sexuales… luz.
Consejos prácticos,
teorías utópicas.
¿Alguien podría pronosticar
que las ideas están muertas y
no volverán a nacer?
Creo, ¿soy?…
turbio.
Amargo como el café sin azúcar.
Amargo y sabroso.
Paseo por mi subconsciente mediante la
creación de versos.
Inestable,
diáfano.
Ya no hay mirada.
Pero percibo tu rostro,
y lo percibiré mañana a mi lado.
“Tu rostro mañana”… en honor
a Javier Marías.
Mundo, cielo, pies…
algo de vida.
Opacidad distorsionada
como canal codificado.
Llego a los pies, mi flexibilidad
me eleva.
¡Qué desespero!
Un poco más de sexo
por favor.
Creación.
Insipidez.
Dionisíaca vida
instrumental.
Espero melodías
quebrantadas por
silencios turbios…
Como mi mirada.
De golpe el mazazo.
De golpe besos atractivos
de una sola mujer.
La vida, la salud, el sexo.
mientras… breves pequeñeces.
Realismo vs paranoia.
Brillo… no hay ausencia.
Soy contenido.
Turbio contenido.
¡Dónde está mi forma!
En la desesperación.
Bajo el irracional placer,
bajo el incognoscible amor,
bajo la espontánea eyaculación.
Reencontrar.
Grisácea estancia.
Grisácea en un posible,
inesperado, aburrido y
menospreciado gris confortable.
Como si fuese bipolar.
No hay ni yin ni yan.
Lo único tangible es la
locura controlada.
¿En eso consiste el yin y el yan?
Y en el apetito sexual freudiano:
en el deseo.
No existen las
turbulencias.
No existo yo.
Pesares sin nostalgias.
Ver y desaprender, en detrimento
del bienestar.
Estrés… una caricia…
una penetración.
Incomunicación…
Audiovisuales eróticos.
¡Qué opaco todo!
¿Llegan ondas sonoras a mis oídos?
Estornudo y me irrito.
Volviendo al amor.
Retrato absoluto,
universal, turbio.
La desaforada realidad de la
sensibilidad táctil.
Veo con los dedos, como
con la vista.
Después intensidad…
casi claustrofobia…
Cercana a la desesperación.
Qué estimulante… tú beso… tú piel…
tú orgasmo.
Vida, ánima,
movimiento: sinónimos
aunque con poca claridad.
¿Hay realidad en ellos?
Mientras tanto como bebiendo en un vaso
de agua turbia, salada,
insensible a la sed, con
microorganismos del escorbuto
en potencia,
parezco
fallecer.
Aunque en realidad nace un nuevo
beso para ti,
mujer material,
que nace tanto de mi realidad
como de mi irrealidad.
Recrearse en las
minucias.
Mucho polvo.
Polvo en las rendijas,
en las arrugas.
No hay nada mejor que un vino turbio y una buena película…
y si actúa Marlene Dietrich… mejor.
Luego miedo, descontrol
por intentar controlarte.
Te has bebido el sabroso vino
turbio.
Pero el que realmente tiene algo
gris en los ojos soy yo…
Tú intentas quitarme el velo a besos…
Tus pechos ante mí…
Erección… amor.
¿Hay importancias vitales?
La vida no es trascendental.
Veo ocasiones.
Veo odios.
Veo creaciones dionisiacas.
La, por, aunque… turbulencia…
desespero.
Besos y retrato.
Conciencia coja.
Existe el límite entre el bien y el mal…
Por debajo… ¿el amor?
Por encima… ¿la pasión?
Aunque todo puede ir unido.
Con y entre…
tragos amargos.
Reliquias contemporáneas.
Como agua embarrada.
Pestilente.
Estresante si está demasiado cerca.
Recreo del amor.
Por lo divertido… excitante.
Rozando el límite.
¿Tengo ojos o invidencia?
¿Por qué el modo tiene tanta
relevancia?
Accediendo.
Acariciar sin precaución.
Ya no hay dioses.
Tampoco nimiedades.
Una partícula de indiferencia.
Todo está sucio.
Un poco de ternura.
Un poco de sabiduría.
Pasar, entender bajo los
suburbios suburbanos.
¿Acaso la ciudad es el paraíso?
Paraíso turbio.
Incandescencia, depresión, mansedumbre,
histeria, posesión de tus besos…
y dependencia.
No deberían de existir los proyectos…
Que todo fuesen hechos, como los hematomas.
Veo opaco, como la debilidad
turbia y asfixiante cuando
está en acto…
Desesperación reinante.
Tengo ganas de morderte la lengua…
mi amor.
Releer.
Pensar en lo diáfano.
Todo concepto guarda secretos.
Rearmar las ideas.
Descontrol, gravedad, solucionar las vicisitudes
emocionales.
Desamparo, impulsos retroactivos.
Más amor, piernas que marcan el
límite.
Placer.
Preparación al…
parto de conceptos,
pueden ser de todo menos
nítidos.
Algo escalofriantes por
su desesperación.
¿Alguien me dijo que el follar alivia?
¿Probamos… corazón?
Rotura, visión
oscura, contaminada
por los demás.
Entera, consciente,
superflua.
Después de intrusiones
en vericuetos terrenales.
Un beso de la amada.
Un beso sexual,
tierno, candente…
Ya no valen las ceremonias.
El inquilinato práctico.
La electrocución espiritual.
¿Alma y ser son lo mismo?
Mi ser con tú alma.
Unidos de manos,
de labios,
de sexos.
Entre actos o detrás
del ensayo.
Sexo.
El trabajo…
dejar bien lavado un plato.
Reminiscencias.
Volver a estar… entre
la muchedumbre.
Abandono.
¿Me acaricias?
Crear en tiempos de oscuridad,
de embriaguez.
Generar ante el desespero.
Solo el sexo alivia, el
amor carnal, cuando
son tiempos de ausencia
de sensibilidad.
Pigmento viscoso,
cómo lienzo que descubriese
lo turbulento…
mi estado…
la vida,
la aniquilación
de la tranquilidad.
Un beso, una concha,
¿habrá algo más?
No hay tiempo posible.
Metamorfosis, interpretación.
Mera interpretación de los hechos.
¿Pero es que hay hechos?
Hechos turbios,
hechos descontrolados,
que desesperan.
Éxtasis, amor, erección…
hechos.
Ojos grises, turbios,
frenéticos, psicóticos.
Enfrente no tengo un espejo.
Tengo mi alter ego,
qué como yo está consumido, desesperado…
aunque relajado, apasionado,
esperanzado, contento.
Dependiente de tus besos, tu sexo,
tu amor, tu rostro.
Volver, empezar.
Rostro turbio.
Por, de y ante el otro.
Desesperación.
Tú también eres otra, cielo,
pechos lunares.
Sexo rejuvenecedor.
Por ahora, desde siempre.
Con ojos vidriosos.
Amor.
Conceptos turbios
y gaseosos.
Desesperanza pero con
los ojos abiertos.
Bienestar.
Entre la vida y el descanso…
En estado eréctil, caricias.
¿Se podría llamar descanso a este estado que se ha de satisfacer?
¿Querer y ser?
Difuso y contradictorio.
Lo bueno vs la vigilia.
¿Existe el desamparo?
Réquiem.
Eterna juventud
y a la vez desesperación.
Ya no hay besos.
¿Volverán?
Volverán.
Desahucio.
Experimentación.
Emociones fuertes.
¿Sería cómo hacer un autorretrato?
Parecido al grito de Munch,
pero con la amada.
Acariciando zonas placenteras.
Malestar.
Junto al sentir,
la ignorancia.
El desaliento.
¿Una caricia?
¿Un beso?
¿Algo de amor?
Morada o externalidad.
Enjambre de sentimientos limítrofes.
Paseando, sin pensar.
Angustia turbulenta.
Después la saciedad en forma de
orgasmo reparador.
Neurosis.
Rozando la locura abrumadora.
Anti yo, anti tú.
¿Las formas importan?
¿Y el contenido?
¿Dependeré de la opinión de
cada vanguardia?
Acaso es posible rechazar
un abrazo.
Una hora de sexo con la mujer
amada.
Cuánta lascivia hay en el mundo.
Cuánto desengaño.
Cuánta mentira.
Mientras, dos se dan la mano.
Mientras un beso sea esencial.
Un rato de pasión…
Pero sin pasarse.
Sin sentido.
Rayado.
¿Y el rostro?
¿Así es?
Deambular.
Hay… vidas…
desesperación…
turbulencias.
En un momento dado…
Rayos de sol…
Suave piel… lengua
jugosa.
Notas difusas…
cómo la vida.
Desesperanzas vividas…
más allá de la acción.
Un beso, relax, erección.
Amaneceres…
distorsiones…
preámbulo a la
inmortalidad.
Entiendo… no hay
instintos…
no hay acuerdo.
Menos diálogos,
más visceralidad…
Como si viviese en un barrio beige,
pero con besos y sexo…
placer.
¿Es esto un mineral?
Mineral procede de mina.
Mis versos son minerales.
¿Quién conoce la mina que hay en mí,
entre turbulencias, desesperos y amor?
Encrucijada bajo el signo
de la composición.
Los límites turbios.
La no condescendencia
con algo de desesperación.
Si me pides un abrazo…
si te pido penetrarte…
la vida sin compasión…
la vida cómo energía,
cómo placer,
cómo paradoja.
Intento…
cómo si hubiese dado
en el blanco.
Blanco metáfora de…
turbio.
Incremento de las posibilidades.
No hay sin razón.
No hay teorías
evolutivas, solo devolutivas.
De vez en cuando eso,
amor, eyaculación, caricias y éxtasis
neuronal.
Resumen después del gran discurso…
sensorial, turbio, recalcitrante,
bastante desesperanzado…
Llega algo de caos, la desesperación
a veces escondida, a veces espumosa
mas desabrida.
¿Y cuándo pida sexo… con amor?
Reconfortante… como todo éxtasis.
Siempre con insatisfacción después
de la satisfacción.
¿Quizás hacen falta más horas de placer?
Re, pre, post… vitalidad…
cómo obra dramática.
El nacimiento de la tragedia…
qué profundidad.
Viene, la esquivo,
me persigue, la pego…
indeseado estrés.
Contra ello… erección y eyaculación.
Amén.
Resumen de un existencias.
La de mi otro yo,
superfluo, seguro,
incoloro, espumoso, turbio.
El estrés se acerca y se aleja,
cómo mar embravecido.
Al amor presente,
le falta cosquillas, penetración,
gritos y un poco de comicidad.
Debatir, asimilar, consenso turbio.
Mentira.
Estrés cosmológico, palpable, nauseabundo.
¿Existe alguna caricia presente?
Visiones de futuro, el presente se nos
aleja, los orgasmos producen futuros deseos,
más intensos deseos.
La lección.
Conceptos inacabados.
No veo el árbol.
Todo es como una
pintura abstracta.
Yo, cansado del realismo.
¿La eyaculación es una realidad?
¿Y el amor?
Colección de histerias.
Me gusta el café aguado.
También el concentrado.
Pero ha de ser café.
Mi voz tiembla,
mi cerebro golpea y me hiere.
¿Quizás esta noche puedo
entrar en ti?