Prosa poética 2: (o es apoética)

  • La estampa vuelta del revés, me duele la cabeza y me rasco los pies… la botella la vacío así observo el poco agua que hay en ella, y pronto estaré sediento, ¿termino contemporáneo? ¿Cuál es nuestra época?, ¿la del hambre o la de la sensibilidad…? ¿Quizás una nutre a la otra…? ejem…plos… peleados… la desilusión fraternal… el menosprecio ejemplar…  contradicciones, somos polos, ilusión y perdición…

 

 

  • ¿Ya no hay existir? ¿Por qué hacerse preguntas incómodas? Lo que es, es y lo que no es, no es. La corrupción perpetrada por los más inquisitivos, la vida, mi vida, el coxis de mi vida, la luz donde todo se ve de un mismo color, a veces es todo de negro, la virtualidad de los superficiales, ¿el no preguntarse cuestiones auto destructivas? ¿Y el mal?, cómo les atrae a los niños el mal, los adultos lo encarnan, aunque una importante filósofa nos explicó que el mal es banal, ¿cómo nuestra razón de ser?, ¿hay alguna?, ¿somos incongruentes? Una vida en diez segundos, donde has de reír y también llorar, esa es la vida comprimida de un bipolar, ya no hay corrección, en la prosa poética ya no hay corrección, ¿acaso eso es paradójico…?

 

 

 

  • Un lado le dijo al otro, oye que tengo demasiado contrapeso… te falta polaridad le contestó el otro… ¿qué querrá decir con eso? Pensaba el lado al que le faltaba polaridad… quizás la energía que poseo no es lo suficientemente potente… mis lados funcionan mal. Se fue a consultar a un especialista, ¿qué lado es con el que mejor trabajas?, le preguntó el especialista, cuando sale mi energía positiva con los dos, trabajo y creo… cuando sale mi lado negativo, también con los dos, guerrean a muerte…

El especialista se quedó pensando, ¿quizás es esto lo que sentía Heráclito cuando dijo que la vida es una lucha de contrarios?

No estás tan descompensado, le dijo el especialista, vuelve a casa y descansa.

El lado que impedía la estabilidad polar fue a casa, ante una oscuridad húmeda.

 

 

  • La sartén sin mango la utilizo de fritsby, la carne sin proteínas… ¡Ohhh! Existe la carne sin proteínas, cómo las relaciones destructivas… ¡no deberían existir las relaciones destructivas!, que jodido ese Dios… y mientras no pienso pero hablo, no hablo pero pienso, actúo sin hablar ni pensar, actúo sin pensar pero hablando, cuántos son los motivos de la casualidad, de la paradoja, del orgasmo femenino, de la ausencia de libertad sintiéndonos libre, del antes perdido, el después transformable antes de que llegue, la vida sin sonidos, sin colores, sin versos, la puta vida de las ciudades con mal olor.

 

 

  • Entre la textura y el sabor, limítrofes a la visión… ¿no nos iría bien poseer diez sentidos más?, ya no hay explosión, los pareceres, diversos, conceptualizados, se dan de cabeza contra el muro, quizás como Tàpies con su ensayo, “Diálogo con el muro”, no quiero conciencia, la estirpe, un sinsentido, ser humano y nacionalismos, podría ser el libro más crítico de los escritos, no quiero más autocontrol, ¿y la razón?, quizás me trae una trucha al volver de pesca, o unos mejillones mediterráneos, mientras leo versos entendibles, razón por estar sentimentalmente intenso, huy si té tuviese cerca… nada sería igual, y yo sin darme cuenta de que eres mi mujer y vivimos en la misma casa, ¿quizás estás lejos?

 

 

  • La rentabilidad… todo son haberes y pérdidas… la noción de la contradicción… el ser diminuto, con mente global, ¿ya no existen los intelectuales?, intelectualidad y actualidad son dos polos que nunca se juntarán, la verdadera magnitud de la tragedia, como explicó Monzó, es no dejar de estar excitado, la vida te excita, calma y a llamar a la inquisición actual, que no es otra que hacernos sentir a todos iguales, cuando no hay ni dos moléculas parecidas, la puta crisis, ¡no hay valoración estética fiable!, ¿quizás de gustos sabes más que yo? Y sin diálogo a dios rogando, y sin películas, conoces nuevos personajes ficticios, quizás la locura ha llegado a ti, no hay locura, solo existe el hastío… aquí y ahora.

 

 

  • Los nudos sin ser estirados, como ensalada de pollo, entre lo lógico y lo irracional, cuánta MIERDA, el otro día, olvidable, olvidado, o eso creo, el más allá impreciso, mentiroso, lo real, increíble, ¿dónde está la realidad?, mientras, corro, sin más con menos y aun así acumulando, cuánto error de los surrealistas, no hace falta inventarse tonterías para ser surrealista, solo mirando la vida, lo exterior, lo incognoscible, cuanto iluso científico, ¿acaso tus ojos se acercan a ver la realidad?, imperfección, inconsistencia, debilidad, en un mundo repleto de sabios intelectuales, ¿en qué consiste ser un intelectual?, ¿en saber mucho de una banal ilusión?, la historia de las ideas, ideas, rocambolescas, conceptos, ¿es que existen los buenos sentimientos?

 

 

  • Espectáculo dionisíaco, cercano a la muerte, muerte, luz, ilusión, mientras atrapado por mis intereses, no se supone que los intereses de uno deberían liberar, si son sanos, sí, si te interesa jugar cada día, no… cuál es la razón de ser de mi sensibilidad, o en vez de sensibilidad debería llamarlo aplicación, pensar, sentir, y recuerdo, el tic tac rítmico, la deducción imposible, la disolución de la corteza vital sin tener en cuenta las vísceras, mugrientas, viejas malolientes, qué no les pregunto si puedo buscar algo de placer o no, si puedo violentarme o no, si sigo concentrado horas y horas en cuestiones sin sentido, ¿quizás superfluas?, quizás malolientes, como las vísceras.

 

 

  • La ruptura ideal, ¿dónde quedaron las partes descentralizadas?, y encima piden decencia, si ya no tiene sentido el ser, el sentir, el caer… las caídas eran en otras cosmovisiones, la realidad, ¿qué traicionera es la realidad?, cuándo la lava nos caliente, y el sudor baje, y tus piernas abiertas me reciban, aún querré más, sintiendo el cometido diabólico, teniendo en cuenta el significado, prefiero el de los antiguos griegos, diablo era el intermediario entre los dioses, o el dios y los hombres, putrefactos y mortales, de los que es difícil soportar hasta sus tuétanos, ni con caricias de la guapa, ni con arañazos de la gata, ni con banalidades de la aristócrata, que nunca se han acercado a mí y nunca se acercarán, con tu mente, tu sexo, tus sonrisas, y el contacto de tus pechos cuando te abrazo me basta.

 

 

  • La irresolución de conflictos… ¿el término medio?, ¿el puto término medio?, hagamos una utopía de nuestras vidas, el exterior que exterior sea, el interior, entre charcos y contradicciones, está, cuando hay entendimientos, fallece la creación, para crear, no se ha de entender, se ha de sentir, aunque nunca la felicidad… aunque nunca lo políticamente correcto… aunque nunca la explosión visceral… a continuación la muerte en vida, y la vida en el mundo de los muertos, no hay ejemplos, ni torturas morales, lo único que impera es el despiste y las trifulcas, odio, luego existo… o follo, luego existo… ¿qué evidencia existencial preferís?

 

 

  • No hay reelecciones, cada uno en frente del otro, yo no me veo, no soy yo, ¿cómo decía Ortega soy un cúmulo de circunstancias?, y la muerte, no llega, y las risas, tampoco llegan, creo que no hay dos conceptos más antagónicos que muerte y risa… ¿y hablando de contrarios, me enojo, ¿cómo algo obtuso puede tener claridad?, quizás esta deba ser la pregunta que se hagan los grandes filósofos… yo escucharé la respuesta y quizás me oponga a ella, quizás mi vida dependa de ella, quizás la lea o escuche dentro de tanto tiempo que la explicación ya no pertenezca a este momento, y yo lloro, creo, y follo, o me masturbo, la cuestión es obtener el máximo placer posible, para quedar vacío, para quedar aún más deseoso…

 

 

  • La lección situacional… ¿vives aquí y ahora?, no depende tu fertilidad de ello, el esquema cutáneo de tú vida… ¿quién sabe realmente leer las expresiones?, la tarde anochece, la mañana profunda, el día gris, y seguir, camino curvo, cogido en un momento, o sea, ¿tiene sentido pensar el ser y el tiempo, joder con los existencialistas, quizás no eran tan ingenuos como parecían, era moda, es moda, ¿qué rige la humanidad?, las modas, somos seres módicos, no modélicos, en cambio la que es, es… que extraño, ¿no?

 

 

  • Qué ironías, ¿que el zorro es débil y la marmota activa?, además, no me importa esta conversación… no es por putearte, ni por llevarte la contraria, pero cuando dos personas hablan, el contenido del diálogo ha de interesar a los dos, y a mí que coño me importa lo que me dices… veo tus fosas nasales hincharse… no sé si tu clítoris también se habrá hinchado… la vida se puede resumir como un cúmulo de despropósitos contradictorios, como podríamos describir el vacío contradictorio… el vacío, pensar en él ya es una paradoja… pensar en él me vuelve más nihilista de lo que soy…

 

 

  • ¿Hay rebelión?, ¿acaso estamos a bordo?, ¿y el velero?, ¿hace camino solo?, ya no los hacen como antes… quién coño es el ingeniero, el malicioso ingeniero, está bien, está mal, ¿y?, la solución está en no buscar la solución, el recreo, ¿quieres pasar el recreo conmigo?, aunque seguro que me caigo y no te podré acariciar cómo te prometí, todo es cuestión de creer en nuestras contradicciones, a expensas de la otredad, siempre, nunca, a veces, por supuesto, a la mierda, y la melodía para, el silencio llega, y tengo ganas de ir al baño, a crearme una fantasía sonora, lo importante es la creatividad, sin ella nada tendría sentido.

 

 

  • Melodías rotas, insufribles, incomprensibles… es que todo compositor ha de trabajar para gustar… ya no hay elocuencia, los carnívoros siguen siendo carnívoros, pero no sé comprenden ni ellos… ¿y el desparpajo? Darle importancia a la casualidad es un estilo de vida… es la ética progresista incomprendida de la contemporaneidad… y lo otro, ¿y lo otro?, ¿dónde vamos, pregunto?, ¿acaso soy ingeniero de caminos?, y la mierda con la mierda, el sexo con el sexo, y la tragedia con la tragedia, para mezclar se ha de intuir el resultado, aunque los cuerpo a veces se comportan sorprendentemente, ¿no hay causalidad?, confiemos en la casualidad.

 

 

  • La rotura sentimental, el mimetismo, la raíz cuadrada de lo absurdo, ¡qué nerviosismo!, mientras me rozo contigo en la cama, mi imaginación descontrolada sueña con el coito ideal, y mi mano me toca, ¡joder!, ¡acaso soy un hombre público!, ¡acaso mis masturbaciones son públicas!, y el ser del erotismo, a dónde se fue, si estamos en la edad pornográfica, y veo, miro, me excito, y me duermo, las conclusiones, si no hay conclusiones, son categóricas, como la educación irreal, pasada, y traumatizante, a la mierda, ¿acaso hay gente a las que les pone sus propios traumas…?

 

 

  • Conclusión, ¿o no la hay?, falto de sentido común… retorcido como serpiente, acaso soy un invertebrado, la misión, no hay misión, el deporte, qué más da cuál practicar, en lo único que se ha de pensar la decisión es en el libro que se va a leer, mientras espero a la mujer que quiero, y llega, y follamos, y se queda en mi vida, estando en ella, y luego rutina, y a veces arrepentimiento, otras lujuria, pasa poco, en cambio la historia, si supiese la historia, el abecedario definitivo, el lenguaje creativo final, y dominarlo dominándome, que irrealidad, el tanto por ciento, ¿hay números rojos? ¡Joder!

 

 

  • Empezando por el final, no hay línea divisoria, ¿y concepto?, todo pasa de la más absoluta banalidad, al peso leve de una vida, su sentido se esconde, como el perro rebelde, como la perra en celo que pega su sexo al suelo, mientras, límites, confianza, y responsabilidad, no me he equivocado de palabras, quería decir, salvajismo, carnalidad, e irresponsabilidad, ¿cuáles prefieren?, estás en la carta del sex shop ideal, paraíso de algunos y algunas, retiro espiritual, el gran avance de la ciencia fue cuando la humanidad se preguntó, ¿cómo podemos incrementar nuestro placer?, fue pensar y hacer, lo que nunca pasa, pasó… cómo buen ejemplo para los niños, escondidos en nuestro trabajos, nos jodemos a nosotros mismos.

 

 

  • ¿Roturas espirituales?, ¡los huesos se rompen!, el corazón, quizás también, la locura y el escepticismo van unidos, como sobre de azúcar, dulce, pero vacío, ese es el tema de “La era del vacío” de Lipovetsky, pero le faltó algo, también somos como una burbuja inmobiliaria, nos hinchamos y nos hinchamos hasta que explotamos, de ello el éxito de psicólogos y psiquiatras, que viven y se regodean por los demás, la usura, ¿quién no roba?, veo, no te veo, ¿dónde está el quit de la cuestión?, no hay secreto para la sabrosa sopa de fideos, es como mirarse en un espejo, ¿a quién le gusta lo que ve reflejado en él?

 

 

  • La complejidad de lo inútil, la complejidad del inútil, la Odisea, acaso toda vida no es como la Odisea de Homero, ya querrían los vividores, los conquistadores, las mujeres hambrientas de sexo, la imparcialidad de las leyes que rigen las separaciones matrimoniales, y encima hoy ha amanecido y el día vuelve a ser gris, mierda, ¡mierda!, la limitación de los seres individuales, pero mejor estar solo, la legión de la imparcialidad, ¿y si el horizonte lejano ni si quiera lo ves?, entonces, ¡entonces!, la borrachera de la creatividad te lleva a escribir prosa poética, al final la vida siempre es dichosa, ¿es dichosa?

 

 

  • ¡Qué mal de ojos!, y yo sin ser pesimista lo veo todo negro, ¡que belleza cuándo no hay colores, qué belleza cuándo no hay ruidos!, el diagnóstico será… y por la mañana descuento otro día, la penumbra, el elixir sin ansiedad, como tótem veo un árbol que no es nada especial… qué haríamos sin especies, el deambular social, la mierda exenta de olor, como puntapié, el ejemplo, el empleo, la sinrazón, ¡qué sabia es la sinrazón!, ¡qué gran conocimiento en el escepticismo!, y el olor afloja, la náusea, nunca sartriana, aparece, corre y no puedo atraparla, voy, exento de nada, o sea quedo igual que antes, que savia es la frase, ¿dónde está la frase?, que mueran las palabras, acaso sirve de algo la comunicación…

 

 

  • ¡Acaso…!, ¿es una advertencia, o es una contradicción?, no recuerdo el significado de las palabras, voy a nombrar al azar cada cosa que vea, aristocracia, cabrón, creatividad, expansión y muerte, acaso no consiste en eso la vida, la insurrección es algo patológico, a algunas personas cuando crecen les acecha la sombra de la sospecha, coacción al jurado, ensamblaje entre tus piernas, tu agujero negro es mío, solo mío, y de tantos otros u otras, supongo…al menos en sus fantasías, y yo suspicaz, no entiendo el porqué de la situación financiera en Mali… acaso la fabricación de dinero no es algo mecánico, compraventa, compro tu cuerpo, compro mi tumba, compro mi vida por un puñado de garbanzos…

 

 

  • La guía errónea, el inmiscuirse, la reputación y la tontería, cuántos conceptos irrelevantes, ¿puede haber un concepto irrelevante?, en la esquina suceden intrigas, en las esquinas se conciben bebés, en las esquinas mean los perros, ¿qué pasa con las esquinas?, ¿los ángulos?, la historia se repite, el gran invento de la humanidad, la gran catástrofe, la imitación más peculiar, la asombrosa cara de asombro de los niños, que cómo todos los niños, tienen necesidades, cómo todas las personas tienen necesidades, y cuando dos más dos sean cuatro me habré vuelto completamente loco, ¿cómo van a ser dos más dos cuatro?

 

 

  • Irascibilidad, qué corrupción, ya no hay pestes, pero a cambio… coño, la vida, la levedad de la vida, ¿pensar?, ¡pensar?, ¿pensar!, la entrada, el compromiso con el vacío, ¿dónde se fue el homo sapiens, ser técnico, ya no hay avances, ¿o acaso hay avances negativos?, numerólogos comprometidos con la sinfonía ambiental, global, que poco caso se le hizo a Baudéliere, la inmersión en la vida dañada, el conflicto como medio de existencia, ¿para qué tanta gente pensante?, son incompatibles con la ley de la vida,  porque su pensamiento se aleja de ella, mientras, radicalidad de Bob Dylan,  fraseo de Miles Davies, o diálogo universal en alguna obra de Stravinsky…, cuándo quiera estar bajo tierra, cuando quiera comer hambriento y mis capacidades sean aptas para ello, que anhelo el de la película ridícula, anhelo por encerrar al director, pero al menos la competitividad queda excluida, seres competitivos, seres superficiales…

 

 

  • La respetabilidad, la hipocondría, cuánto más hipocondríaco más respetado, el detergente social, la médula espinal de todo la que se muestra y lo que no se muestra, acaso tenía razón Jung con todo eso del subconsciente colectivo, no hay respeto, es el elixir de la vida, ¿si todos fuéramos cínicos?, nos extinguiríamos, la pasión, mueve, pero mueve más el deseo, no me gustan los aparatos de ingeniería, pero, ¿podría ser ingeniero?, el acto creativo, vivo por y para él, él vive por y para mí, no hay reseñas posibles, la irrespetabilidad no es denigrante, es una opción, como vivir, como a veces morir.

 

 

  • La diócesis estética, ¡no más huevos con patatas!, no más sabores traumáticos, no más concupiscencia, la pasión, el erotismo, la impaciencia, todo mezclado y batido se convierte en la época de la adolescencia, cuántos crímenes pasados están por caer, cuántas mujeres apetecibles no me follaré, la lógica paradójica, el súmmum de lo inexplicable, habemus tetricus, ya no hay discurso, las sombras acechantes, alejadas, no se acaban de perder, irrealidad, incompatibilidad, ¿Qué mejor pareja hay que aquella que sabe llevar su incompatibilidad de caracteres?, convivencia e incompatibilidad de caracteres son sinónimos y los lingüistas no lo saben…, la esencia, la resolución de lo imprevisible…

 

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