Poemas (a)normales 2

Descanso discontinuo,

entre ella y la misma.

Morir un segundo, una hora,

un día.

Acabar delante de una

escultura.

El busto.

Examinando los poros de su piel,

A cual más bello.

Cómo el olor,

Cómo el sudor.

Carne condimentada con deseo,

en una sociedad matriarcal.

 

 

Voz en off:

Sáltate las reglas.

Tentación,

Pienso.

No ejecuto.

Voz en off:

Quiérete sin concesiones,

Lo intento,

me peino,

soy más grande que antes,

de espíritu.

Dejando correr el río de las verdades.

 

 

¿Fui un espermatozoide

en un óvulo?

Fui un espermatozoide por

un óvulo.

¿Qué es preferible en esta

Operación, suma o producto?

Espermatozoide + óvulo.

No sé, quizás

algún catedrático

me dé la respuesta.

 

 

Debería componerme

un logotipo.

Para la empresa imaginaria

que no me interesa,

con la quizás me haga rico.

¡Qué imprudencia!

Prefiero escribir versos

aun siendo inmensamente pobre,

aunque no de espíritu.

 

 

Conferenciante contra sabio.

¿Es lo mismo?

A veces.

Aunque los matices son demasiado

importantes, los alejan

irremediablemente.

A veces coinciden.

Siempre la fachada es

la misma.

 

 

¿Alguien me ha pegado

una patada en la boca

del estómago?

“Trátese de un tipo

de indigestión”.

Y una mierda.

Ocurre que la calle me da náuseas,

el campo huele demasiado a insalubre

abono.

Y en casa, joder, en casa…

Para empezar no es mi casa, y segundo

que parece hecha de papel,

fría e incandescente,

Os pregunto:

¿Dónde puedo ser?

¿Dónde puedo estar?

 

 

Creer en alguna mentira.

Ver el vacío.

Comer lo inmaterial.

Asistir sin tiempo.

Reír sin sentimientos.

Roer sin dientes.

Y yo y mis miedos.

Cuerpo inmaterial.

Pensamiento sin contenido.

Creación determinada.

La trinidad de las paradojas.

Pero hay alguien, algo,

un ser más contradictorio

todavía.

Mr David Barbero Domeño

Alias el incomprensible.

 

 

Réquiem por un

pensamiento muerto.

Piensas, argumentas y fallecen

las ideas.

Caput. Final.

De luto.

Cada pensar que pasa

más me acerco al no ser.

Tumba, gusanos, no sentir.

A menos que me vuelva espectro,

recordando vidas pasadas que no

existieron.

Recordando mi vida 100%

olvidable.

 

 

Contando finitamente.

¿Quién se propondría contar

infinitamente?

Contar penas,

contar alegrías,

contar trabanquetas,

contar ascensos morales,

y en relaciones.

Contar dialécticas, conversaciones,

discusiones.

Contar vidas pasadas, de otro, de

uno mismo.

Contar muertes.

¿Cada cuan poco tiempo

muero para volver a levantarme?

Cómo Lázaro, pero sin un

cristo que me diga

Lázaro levántate y anda.

 

 

Rondando, por resecos

caminos limítrofes,

¿a qué?

Bordeando costas inimaginables,

en las que las rocas

son mi vida y mi tormento,

y el sol en verano refresca

¿Qué es lo que da el calor?

La vida, mi vida,

nuestra vida.

 

 

Curvas, alma

casi circular.

Siempre vuelve donde

empezó.

¿O quizás no hay principio ni fin?

¿Y la historia?

¿Y mi historia?

Algún inicio, ¿O no?

Sepultado por mis pareceres

amo, y no me aman.

Intento copular, pero

pierdo mi saber natural.

Ya no existen días

festivos. La creatividad

no deja de ser.

Tan solo se alimenta y la

expulso,

O la alimento y sale

expulsada.

Cómo meteorito,

cómo nota menor de

un saxo alto.

Como brochazo de color rojo

extendido aleatoriamente

por un niño de dos años.

Como la vida naciente,

a la que se nos va minuto a minuto,

experiencia tras experiencia.

¿Pero si no había ni

principio ni fin?

 

 

Cuentas atrasadas,

milímetros de evolución.

Quizás mi ser es

más erecto.

Deambular, sentir

entre mi alma

primera y  segunda.

Siguiendo.

Pasar interrumpido.

Nunca decir aDiós.

¿A Dios el qué?

¿Quizás le debo mi vida?

¿Quizás le invoco blasfemando al tropezar?

Sintiendo.

Yo y mi yo. Diferentes.

Yo y mi amigo. Un servidor.

Mi alma y mi materia

quizás a veces se peleen.

La mayoría de veces se ignoran.

Con pies lentos,

Manos temblorosas,

voz arcaica y algo cirenaica.

 

 

 

Me veo en la foto,

¡No soy yo!

Es algo inerte,

pasado,

En decadencia.

Mi actualidad es mi futuro.

¡Qué velocidad!

Dudando de la circularidad

de la vida.

¿Quizás la línea recta

con principio y fin

que nos inculcó el cristianismo

sea mentira?

 

 

Demoledor,

cómo superhéroe,

El verso insuperable

dice:

“Me recuerdas con

la primera luz del

día, ya que contigo

vuelvo a la consciencia.”

 

 

Dando la espalda.

Equipamiento homicida

entre letras.

Cuando los colores interpretan…

E ahí los grandes

pensamientos.

 

 

Tres sentires

abajo y flotando.

Cuando ni siquiera

existe la rotundidad

del ser.

En los límites de la

trascendencia.

En la limitación de los conceptos.

Alturas indescifrables.

Donde el oído cobra

gravedad,

Y la vista como gavilán…

Somos, sentimos, sucumbimos,

al ritmo que nos marca

nuestra pasiva velocidad,

a veces material,

a veces paradójicamente

espiritual.

Cómo ser deseoso,

cómo ser vivo,

cómo mil caminos

creyendo en el traspiés.

 

 

Teatralidad gestual,

qué difícil es decir sí o no

con el cuerpo.

¡O que fácil!

Copular o no copular,

this is the question.

Besar o no besar,

y entre horas café y bizcocho.

O simplemente una melodía de Britten.

 

 

Creación

entre asperezas.

¡Qué otra cosa es la vida!

Sonrisas y muecas.

Estornudos y esperanzas.

Carraspeos y sueños.

 

 

Rico corazón

mojado con alcohol

evaporado.

Mente aérea entre

espeluznantes y sobrios

aleteos por un despertar caótico.

 

 

Estrangulando mini bares

en un recuerdo reflexivo

entre yo y mí

subconsciente.

 

 

Estipulada,

hambriento de ambigüedad,

perspectiva insegura.

Ser en el hoy hasta el ayer.

A veces consciente.

 

 

Cruces,

lateralidad,

exento de caracteres

ajenos,

entre el yo y el ahora.

Kilómetros los separan.

 

 

Estadísticas personales,

ser y no ser,

ya no hay cuestiones.

Bricolaje físico para

la autoestima.

El cinturón se alarga.

Los bolsillos, como siempre,

no guardan más que ilusiones.

 

 

Excursiones

por mis despertares

que duran siglos.

Como la literatura

consagrada, como las ideas

universales.

 

 

Creando sensaciones

superfluas.

Sentimientos duraderos.

Como el ardor en el estómago,

after un buen lavado visceral.

 

Mi sexo,

mi vello público,

perdón púbico.

Como caería después de levantarme,

si el suelo fuese mi cama.

Por el Dios de los cansancios.

Por la paciencia controvertida.

 

 

Terapia olorosa.

Comida amoral.

Amor multicorrespondido.

Intelecto letárgico.

Parecer tendencioso,

cómo el de muchos

en los que su creer

es su intención.

 

 

Como desquicio

incluido en el dolor transmisor.

¿Tengo hormonas?

Deambulo, ¿Y mi mente?

Corre por su lado

al son del despertar musical.

Son del movimiento.

Son de la creación.

 

 

Pensaba.

Me cansé de hacerlo.

Actué.

¡Qué dolor!

Rechacé,

Quizás la paz

Amé y acto seguido

me volví bipolar.

 

 

Recreándome

en la única pincelada.

¿Sumiso?

Una mierda.

Percatándome de lo inmediato

mas también de lo lejano.

¡Cuánto sudor!

El escalofrío

viene y va.

 

 

Expulsado

y pasan los metros,

espacio oxidado

quizás si el oxígeno no fuera

tan necesario envejeceríamos menos.

Te espero, muerte.

Te espero, inquietud.

Te espero, deseada blasfemia

contra el insignificante cosmos:

Traducción literal, armonía.

Aunque parece que cosmos y armonía con

el significado actual de cada concepto es

una paradoja.

Esos nimios conceptos del castellano actual.

Y una cena para dos con mucho

vino y algo de pesar.

Palabra, arquetipo divino,

Insustituible, ya que forma

el verso.

 

 

Recreo de recreare,

¿qué significa?

Creare, creatio, creatix.

Si total es un pasar

con o sin sonrisa.

¿Por qué tanta historia?

Ojalá, ojalá fuera el súmmum,

tiznado perfecto,

bajo notas moteadas

de ternura.

 

 

Quema, carbonizado

escupo retazos

ce creencias inconcretas.

Como el ser depravado visto

al sol, sin claroscuro,

con un parecer mas sin

actuar.

Todo teoría.

Todo pensamiento de

pensamiento.

Me estudio y no soy motor

inmóvil.

Contra pronóstico

me encanta nadar.

Ojalá pudiese

hacerlo escuchando un cuarteto

de Bartok.

 

 

Ejercicio mental al

pensar en algo propio

y extraño a la vez.

Podría ser un orgasmo

Mío, pero provocado

por una persona

ajena. Mi mujer.

 

Estaba sin ser.

El summun de la

inconsciencia. El summun

de una antipsicología

imperante en el mundo

de las pérdidas de instintos

recreadores.

Asexualidad.

AntiFreud.

¿Acaso Freud no tenía razón?

 

 

Razón de ser.

Desnudo integral.

¿Deseado o no deseado?

¿Qué importa el deseo

a estas alturas?

Si ni me reconozco ante

mis torpezas personales.

 

 

 

Pensando soñé.

Soñando llegué

a intentar pensar

pero no lógicamente.

Quizás se podría resumir,

solo era un sentir.

Que conste que todos los

sentires son reales.

Ahora sí, lógicamente

podría decir que uno era

realidad.

 

 

Consumiendo pareceres,

qué como vidas,

en el día hay siete

relevantes.

Crucial, desembarcar

en el límite de la

parsimonia.

Extrasensorial,

con motivo aparente

para sentir.

Aparente y real.

Contablemente cuadrado.

 

 

Crujir al saltar.

La sagacidad,

el girar al ritmo del mareo.

Orgasmo individual, como todos.

mientras en plena lucha

Ppacentera recuerdo la voz

de Billie Holliday.

Seguro que sé que tú eres

más hermosa…

Y me tragas.

Me inflas y desinflas,

cómo serpiente.

Como boa que se devora al

animal de una pieza.

 

 

 

Concreción,

sonido,

silencio.

Dilucidar

contra saber.

Sentir más,

decidir.

¿Cuándo… melodías

insalvables?

¿Imperecederas?

Mas no ingénitas.

 

 

Teclas,

acordes y desacuerdos,

entre el ruido del vil metal.

Acústica entre el ser

de mi paciencia

y mi sensibilidad.

Melodías entre arritmos

estéticos.

Como la vida.

Conjunción diferenciada,

cómo una cruz no

sinónima de carga,

mas sí de preámbulo.

Tan solo es el

prólogo.

Lograr,

intentar,

concebir,

entre notas y

silencios.

 

 

Letras,

palabras.

Un único concepto

válido:

pasión.

un solo sentimiento válido:

reacción.

¿Cuál es el equívoco?

 

Entre,

por,

desde,

y todo construyendo

o derrumbando.

No hay posibilidad

de algo más.

Cómo antinomia.

Cómo detritus.

 

 

Intensidad en el transmitir.

Imágenes.

Degeneración.

Vertido de inquietudes.

¿Por qué sentir tanto?

 

 

Volar…

Mentes ajenas en la propia inconsciencia.

Convencimientos que son

realidades..

Como el despertar.

Como la luz después de la oscuridad.

 

 

Creía y venció el

escepticismo.

Mientras el aletear de

cualquier bicho me despertó

de un pensamiento auto reflexivo.

¿Cómo se puede practicar sanamente

la reflexión si todos somos mentes enfermas?

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