Descanso discontinuo,
entre ella y la misma.
Morir un segundo, una hora,
un día.
Acabar delante de una
escultura.
El busto.
Examinando los poros de su piel,
A cual más bello.
Cómo el olor,
Cómo el sudor.
Carne condimentada con deseo,
en una sociedad matriarcal.
Voz en off:
Sáltate las reglas.
Tentación,
Pienso.
No ejecuto.
Voz en off:
Quiérete sin concesiones,
Lo intento,
me peino,
soy más grande que antes,
de espíritu.
Dejando correr el río de las verdades.
¿Fui un espermatozoide
en un óvulo?
Fui un espermatozoide por
un óvulo.
¿Qué es preferible en esta
Operación, suma o producto?
Espermatozoide + óvulo.
No sé, quizás
algún catedrático
me dé la respuesta.
Debería componerme
un logotipo.
Para la empresa imaginaria
que no me interesa,
con la quizás me haga rico.
¡Qué imprudencia!
Prefiero escribir versos
aun siendo inmensamente pobre,
aunque no de espíritu.
Conferenciante contra sabio.
¿Es lo mismo?
A veces.
Aunque los matices son demasiado
importantes, los alejan
irremediablemente.
A veces coinciden.
Siempre la fachada es
la misma.
¿Alguien me ha pegado
una patada en la boca
del estómago?
“Trátese de un tipo
de indigestión”.
Y una mierda.
Ocurre que la calle me da náuseas,
el campo huele demasiado a insalubre
abono.
Y en casa, joder, en casa…
Para empezar no es mi casa, y segundo
que parece hecha de papel,
fría e incandescente,
Os pregunto:
¿Dónde puedo ser?
¿Dónde puedo estar?
Creer en alguna mentira.
Ver el vacío.
Comer lo inmaterial.
Asistir sin tiempo.
Reír sin sentimientos.
Roer sin dientes.
Y yo y mis miedos.
Cuerpo inmaterial.
Pensamiento sin contenido.
Creación determinada.
La trinidad de las paradojas.
Pero hay alguien, algo,
un ser más contradictorio
todavía.
Mr David Barbero Domeño
Alias el incomprensible.
Réquiem por un
pensamiento muerto.
Piensas, argumentas y fallecen
las ideas.
Caput. Final.
De luto.
Cada pensar que pasa
más me acerco al no ser.
Tumba, gusanos, no sentir.
A menos que me vuelva espectro,
recordando vidas pasadas que no
existieron.
Recordando mi vida 100%
olvidable.
Contando finitamente.
¿Quién se propondría contar
infinitamente?
Contar penas,
contar alegrías,
contar trabanquetas,
contar ascensos morales,
y en relaciones.
Contar dialécticas, conversaciones,
discusiones.
Contar vidas pasadas, de otro, de
uno mismo.
Contar muertes.
¿Cada cuan poco tiempo
muero para volver a levantarme?
Cómo Lázaro, pero sin un
cristo que me diga
Lázaro levántate y anda.
Rondando, por resecos
caminos limítrofes,
¿a qué?
Bordeando costas inimaginables,
en las que las rocas
son mi vida y mi tormento,
y el sol en verano refresca
¿Qué es lo que da el calor?
La vida, mi vida,
nuestra vida.
Curvas, alma
casi circular.
Siempre vuelve donde
empezó.
¿O quizás no hay principio ni fin?
¿Y la historia?
¿Y mi historia?
Algún inicio, ¿O no?
Sepultado por mis pareceres
amo, y no me aman.
Intento copular, pero
pierdo mi saber natural.
Ya no existen días
festivos. La creatividad
no deja de ser.
Tan solo se alimenta y la
expulso,
O la alimento y sale
expulsada.
Cómo meteorito,
cómo nota menor de
un saxo alto.
Como brochazo de color rojo
extendido aleatoriamente
por un niño de dos años.
Como la vida naciente,
a la que se nos va minuto a minuto,
experiencia tras experiencia.
¿Pero si no había ni
principio ni fin?
Cuentas atrasadas,
milímetros de evolución.
Quizás mi ser es
más erecto.
Deambular, sentir
entre mi alma
primera y segunda.
Siguiendo.
Pasar interrumpido.
Nunca decir aDiós.
¿A Dios el qué?
¿Quizás le debo mi vida?
¿Quizás le invoco blasfemando al tropezar?
Sintiendo.
Yo y mi yo. Diferentes.
Yo y mi amigo. Un servidor.
Mi alma y mi materia
quizás a veces se peleen.
La mayoría de veces se ignoran.
Con pies lentos,
Manos temblorosas,
voz arcaica y algo cirenaica.
Me veo en la foto,
¡No soy yo!
Es algo inerte,
pasado,
En decadencia.
Mi actualidad es mi futuro.
¡Qué velocidad!
Dudando de la circularidad
de la vida.
¿Quizás la línea recta
con principio y fin
que nos inculcó el cristianismo
sea mentira?
Demoledor,
cómo superhéroe,
El verso insuperable
dice:
“Me recuerdas con
la primera luz del
día, ya que contigo
vuelvo a la consciencia.”
Dando la espalda.
Equipamiento homicida
entre letras.
Cuando los colores interpretan…
E ahí los grandes
pensamientos.
Tres sentires
abajo y flotando.
Cuando ni siquiera
existe la rotundidad
del ser.
En los límites de la
trascendencia.
En la limitación de los conceptos.
Alturas indescifrables.
Donde el oído cobra
gravedad,
Y la vista como gavilán…
Somos, sentimos, sucumbimos,
al ritmo que nos marca
nuestra pasiva velocidad,
a veces material,
a veces paradójicamente
espiritual.
Cómo ser deseoso,
cómo ser vivo,
cómo mil caminos
creyendo en el traspiés.
Teatralidad gestual,
qué difícil es decir sí o no
con el cuerpo.
¡O que fácil!
Copular o no copular,
this is the question.
Besar o no besar,
y entre horas café y bizcocho.
O simplemente una melodía de Britten.
Creación
entre asperezas.
¡Qué otra cosa es la vida!
Sonrisas y muecas.
Estornudos y esperanzas.
Carraspeos y sueños.
Rico corazón
mojado con alcohol
evaporado.
Mente aérea entre
espeluznantes y sobrios
aleteos por un despertar caótico.
Estrangulando mini bares
en un recuerdo reflexivo
entre yo y mí
subconsciente.
Estipulada,
hambriento de ambigüedad,
perspectiva insegura.
Ser en el hoy hasta el ayer.
A veces consciente.
Cruces,
lateralidad,
exento de caracteres
ajenos,
entre el yo y el ahora.
Kilómetros los separan.
Estadísticas personales,
ser y no ser,
ya no hay cuestiones.
Bricolaje físico para
la autoestima.
El cinturón se alarga.
Los bolsillos, como siempre,
no guardan más que ilusiones.
Excursiones
por mis despertares
que duran siglos.
Como la literatura
consagrada, como las ideas
universales.
Creando sensaciones
superfluas.
Sentimientos duraderos.
Como el ardor en el estómago,
after un buen lavado visceral.
Mi sexo,
mi vello público,
perdón púbico.
Como caería después de levantarme,
si el suelo fuese mi cama.
Por el Dios de los cansancios.
Por la paciencia controvertida.
Terapia olorosa.
Comida amoral.
Amor multicorrespondido.
Intelecto letárgico.
Parecer tendencioso,
cómo el de muchos
en los que su creer
es su intención.
Como desquicio
incluido en el dolor transmisor.
¿Tengo hormonas?
Deambulo, ¿Y mi mente?
Corre por su lado
al son del despertar musical.
Son del movimiento.
Son de la creación.
Pensaba.
Me cansé de hacerlo.
Actué.
¡Qué dolor!
Rechacé,
Quizás la paz
Amé y acto seguido
me volví bipolar.
Recreándome
en la única pincelada.
¿Sumiso?
Una mierda.
Percatándome de lo inmediato
mas también de lo lejano.
¡Cuánto sudor!
El escalofrío
viene y va.
Expulsado
y pasan los metros,
espacio oxidado
quizás si el oxígeno no fuera
tan necesario envejeceríamos menos.
Te espero, muerte.
Te espero, inquietud.
Te espero, deseada blasfemia
contra el insignificante cosmos:
Traducción literal, armonía.
Aunque parece que cosmos y armonía con
el significado actual de cada concepto es
una paradoja.
Esos nimios conceptos del castellano actual.
Y una cena para dos con mucho
vino y algo de pesar.
Palabra, arquetipo divino,
Insustituible, ya que forma
el verso.
Recreo de recreare,
¿qué significa?
Creare, creatio, creatix.
Si total es un pasar
con o sin sonrisa.
¿Por qué tanta historia?
Ojalá, ojalá fuera el súmmum,
tiznado perfecto,
bajo notas moteadas
de ternura.
Quema, carbonizado
escupo retazos
ce creencias inconcretas.
Como el ser depravado visto
al sol, sin claroscuro,
con un parecer mas sin
actuar.
Todo teoría.
Todo pensamiento de
pensamiento.
Me estudio y no soy motor
inmóvil.
Contra pronóstico
me encanta nadar.
Ojalá pudiese
hacerlo escuchando un cuarteto
de Bartok.
Ejercicio mental al
pensar en algo propio
y extraño a la vez.
Podría ser un orgasmo
Mío, pero provocado
por una persona
ajena. Mi mujer.
Estaba sin ser.
El summun de la
inconsciencia. El summun
de una antipsicología
imperante en el mundo
de las pérdidas de instintos
recreadores.
Asexualidad.
AntiFreud.
¿Acaso Freud no tenía razón?
Razón de ser.
Desnudo integral.
¿Deseado o no deseado?
¿Qué importa el deseo
a estas alturas?
Si ni me reconozco ante
mis torpezas personales.
Pensando soñé.
Soñando llegué
a intentar pensar
pero no lógicamente.
Quizás se podría resumir,
solo era un sentir.
Que conste que todos los
sentires son reales.
Ahora sí, lógicamente
podría decir que uno era
realidad.
Consumiendo pareceres,
qué como vidas,
en el día hay siete
relevantes.
Crucial, desembarcar
en el límite de la
parsimonia.
Extrasensorial,
con motivo aparente
para sentir.
Aparente y real.
Contablemente cuadrado.
Crujir al saltar.
La sagacidad,
el girar al ritmo del mareo.
Orgasmo individual, como todos.
mientras en plena lucha
Ppacentera recuerdo la voz
de Billie Holliday.
Seguro que sé que tú eres
más hermosa…
Y me tragas.
Me inflas y desinflas,
cómo serpiente.
Como boa que se devora al
animal de una pieza.
Concreción,
sonido,
silencio.
Dilucidar
contra saber.
Sentir más,
decidir.
¿Cuándo… melodías
insalvables?
¿Imperecederas?
Mas no ingénitas.
Teclas,
acordes y desacuerdos,
entre el ruido del vil metal.
Acústica entre el ser
de mi paciencia
y mi sensibilidad.
Melodías entre arritmos
estéticos.
Como la vida.
Conjunción diferenciada,
cómo una cruz no
sinónima de carga,
mas sí de preámbulo.
Tan solo es el
prólogo.
Lograr,
intentar,
concebir,
entre notas y
silencios.
Letras,
palabras.
Un único concepto
válido:
pasión.
un solo sentimiento válido:
reacción.
¿Cuál es el equívoco?
Entre,
por,
desde,
y todo construyendo
o derrumbando.
No hay posibilidad
de algo más.
Cómo antinomia.
Cómo detritus.
Intensidad en el transmitir.
Imágenes.
Degeneración.
Vertido de inquietudes.
¿Por qué sentir tanto?
Volar…
Mentes ajenas en la propia inconsciencia.
Convencimientos que son
realidades..
Como el despertar.
Como la luz después de la oscuridad.
Creía y venció el
escepticismo.
Mientras el aletear de
cualquier bicho me despertó
de un pensamiento auto reflexivo.
¿Cómo se puede practicar sanamente
la reflexión si todos somos mentes enfermas?