Cuando el paso sufre de desnutrición,
y el agua vitaminada sirve pero no es relevante…
El traspiés por la roca lisa, la broma en tramos de
esfuerzo y sudor…
¿Nos creemos indígenas cuando estamos en su territorio, y
nuestro analfabetismo raya la desmesura?
Extensión pétrea,
donde la fertilidad es su
razón de ser…
¿Cómo pueden desembarcar tantos
sentimientos en un camino tan
salvaje y abrupto?
¿Todo proviene de los instintos?
… toda causa y efecto es instintual…
Lo holístico de su historia, sin
contar con lo departamental…
…los caminos llegan y se van…
¿Adónde?, ¿importa?
Situaciones sin límites….
Cuando ya no hay más preámbulos…
Se existe sin más,
y el círculo vital
no queda restringido
por la racionalidad, funcionando
como un reloj perfecto,
acabar en el azar.
¿No, Darwin?
¿Verdad, Tayrona?
La lingüística…
Es útil…
No hace falta para que haya
comunicación.
¡Quizás!
¡Siempre y nunca!
¡Todo y nada!
El Tayrona nos habla.
La exhumación en vida.
Estiércol en movimiento…
Éxtasis en letargo,
camino terminal…
La ambición no tiene
sentido cuando el aroma a humedad
invade huesos y mentes.
La confabulación holística…
La limitación ambiental,
la posibilidad de lo imposible.
Las inclinaciones surreales…
Luchas internas expulsadas con violencia,
el mecanismo del pensamiento
de lo natural…
¿Cuándo el caminar es sinónimo
de existir?
Las lianas caen, la lluvia arrecia,
el pigmento de la piel se transforma,
la relevancia varía en el mundo
del salvajismo experimental…
Las ilusiones,
ofendidas, despiertan
sabiendo el cómo y el cuándo,
el por qué y el cuál…
En el límite de la inconsciencia vital…
Retomando el hilo de mis pensamientos,
camino… caminando pienso, lego existo…
No importan las inclemencias, ya que
trayectos hay muchos y complejidades
mentales, las que originan cada cerebro
siempre individual….
Lo significativo también es circunstancial…
El medio como transporte espiritual,
lo natural…
Las discrepancias anímicas,
la mímesis vital,
la poiesis natural,
somos porque somos, y no,
somos porque hacemos.
Los pasos inundan falacias,
desembocando en irracionalidad
concisa…
La bestias, los seres ausentes,
gente gigante
por su singularidad,
indígenas figurativos,
himnos vitales…
Lo relativo no interviene en
su condición, la desmesura
no es exacta,
todo es en potencia,
la limitación rota no
interfiere en sus circunstancias…
Encuentros esporádicos,
junto a empleos temporales…
La inercia restante
proviene de las rocas y la
vegetación…
Extenuación reinante en la selva de la
improvisación…
Quebrar los instintos
por la luz de la irracionalidad
y el físico quebrado…
La liturgia no anda, aquí
no hay espacio para ella.
La amplitud de miras
irradia sabiduría.
No hay emblemas,
las ideas vienen y van…
¿Quizás hay más certeza en el panteísmo
que en otras creencias?
Los dioses han bajado a la
tierra para bañarse en sus
mares, la angustia artificial del hombre
se ha convertido en lucha por la vida.
La ilustración se alejó de ti…
Cuánta desconexión del mundo afín…
La tensión y la armonía están
paradójicamente juntas.
No hay salud…
El entorno es saludable.
Los beneficios, sin calcular haberes y deberes resultan
positivos.
Camino virulento,
veneno circunstancial,
armonía absoluta,
como la vegetación…
Me hidrato con el agua del
siempre más.
La ciencia que dicta lo natural,
lo instintivo, lo que mejor
se adapta,
lo que no tiene empatía,
lo sobresaliente de nuestras circunstancias,
sin renuncias ni lamentos,
con pasión y ejemplaridad.
Camino difícil, curvilíneo, espeso,
decadente dentro de su esplendor,
diametralmente opuesto a lo usual
cuando lo natural… es una excepción…
Como la vida, se basa en paradojas,
este camino vive, por lo tanto,
es paradójico…
Cuándo la deceleración daba
vértigo y la altitud dependía
de circunstancias impersonales mas
subjetivas: aquí la ciencia
no tiene razón de ser… y el todo vale
es la condición existencial. La subjetividad
no es ciencia, y en un entorno en el que
lo único que se puede estudiar es científico,
¿por qué causa solo sensaciones y sentimientos?, o sea subjetividades percibidas por
nuestros sentidos…
¡… qué paradójica que es la vida…!
¿Cuándo el caminar palideció?
Paso a paso voy,
idea tras idea soy…
Las similitudes a veces diferencian,
los matices son esenciales
en su naturaleza…
El salvajismo somos todos…
La reliquia,
lo destronado…
Mientras, la visceralidad
aliena mis venas, aunque se amansa
caminando por la selva.
Reemplazo absurdo,
cuando la física y el físico se
solapan en el camino
epistolar más salvaje.
Retrato absurdo,
mares y caminos,
muerte vs vida…
¿Cuándo han tenido
tanta verdad nuestras
reacciones instintuales?
La ley de la selva,
del mar, del camino, de la
consciencia global y natural…
Las ideas revientan
bajo mi cráneo,
mis pies patrullan sin
escoltas…
La sin razón tiene sentido,
las palabras brotan para
no ser oídas,
similitudes cóncavas,
parajes primordiales…
Cuando no existen los señores
ni las señoras, y los niños tienen
la misma voz y el mismo voto…
Y el sudor irrumpe agresivo…
La selva te da un directo… y uno mismo
intentando devolverlo, sudando abruptamente:
es la vida natural…
La solvencia física y mental,
por caminos abruptos y escarpados,
las paradojas inspiradoras,
la falacia de la humanidad…
El descontento desaparece
en tu mar,
formador de rocas
emocionales, y
en tu luz nocturna,
lo absoluto y además fiero…
La instantánea plenitud
ambiental:
el humano como siervo,
la naturaleza limitadora.
La simplicidad no existe,
en un mundo de asesinados y asesinos…
Concreciones adversas mas ciertas…
La logística piramidal,
impregnada de la nada y del todo…
Resultado de lo natural…
La nostalgia informal relacionada
con climas opuestos y alternos,
seducción salvaje, empresa
sedienta de humanidad.
Ejemplaridad circundante…
La intelectualidad actual ha de pasar por el
pensamiento salvaje…
Camino inteligente,
dónde el diálogo es continuo
y constructivo…
¡Selva promiscua!
Las interacciones elementales
como escenario inteligente…
El clima, la sinceridad, la neurastenia,
el ecosistema fértil y activo…
No hace falta el subjetivismo lineal….
La armonía reside en lo holístico…
Pasos enérgicos,
vidas intensas, bajo la calma
y la lucha del ecosistema…
¡Qué paradoja!
La nulidad intencional…
La muerte sin lutos…
Paradojas tranquilas…
Sensacionalismos externos.
La creación:
hay madera,
la línea imaginaria
solo es imaginaria, pero…
Realmente, ¿hay línea?
Cuando la familia es el medio,
que sugestiona, ruboriza y hace brotar
los impulsos propios más feroces:
Parque Tayrona.
No hace falta liquidez en estos
parajes…
La hipotenusa es indistinguible,
los metros parecen kilómetros, y
el corazón y el cerebro
piden más sangre, que contiene oxígeno,
que no es otra cosa que una fuente de energía…
Las similitudes no están
inmersas en realidad alguna,
me veo y no me veo,
la liquidez ejemplar, exenta
de humedad, fluye
por momentos,
quizás acabe siendo un explosivo.
Cuando hay un cruce de caminos,
de almas latentes,
de pasos violentos,
de miradas suspicaces,
deambulamos, sudando,
corriendo, analizando,
sintiendo…
Ahora, aquí y en un futuro.
La sintaxis animal trata
de comunicarse…
Sin melodías mas armónica,
sin distracciones, interpelando.
No hay cabida para los análisis:
la existencia a barca todo el espacio/tiempo…
¿Puede haber algún lugar más convulso
y lleno de sensaciones y sentires?
Cuando la ola vino…
¿Cuándo viviremos sin razón alguna?
¿Cuándo el esfuerzo será un placer?
Ya nos lo dicen las películas, se ha
de vivir, aventurarse y dejarse llevar por los instintos…
La vida no fue ni será, la vida es…
Meditando me encontré,
vomitando me he escuchado,
sudando simplemente fui,
sin importar circunstancia alguna…
Con la pretensión y el deseo
de permanecer.
Otros tiempos remotos en que el
pensamiento me impedía pensar
y las explosiones demográficas me ofendían,
podrían haber sido momentos selváticos,
como violentas olas,
y descomposición estomacal,
otros tiempos que no vienen al ahora…
Otros tiempos en que todos los caminos eran
hipotenusas…
La voluntad debe persistir, mientras flora y fauna,
agua y tierra,
instintos e impulsos, todos conviven siendo el
modo de relación interna y global…
Salvajismo, pensamiento activo.
La conciencia de uno mismo
parece desaparecer cuando
te sumerges en el camino
y la mente solo produce,
obsesión por la total
libertad de ideas.
Las fauces del mar, abiertas,
intentaron tragarse los sentimientos
e ideales, para acabar solo
pensando desde la praxis…
¿Lo logró o fracasó?
La remisión no tiene sentido
en parajes intuitivos, donde
la espontaneidad es su razón de ser.
¿Dónde se escondió el tiempo?
Aquí hay solo espacio, en abundancia…
Salvaje, meditado, lógico en su azar,
dispuesto y oportuno.
Las similitudes
siempre deben ser erróneas,
las líneas no son paralelas,
el orden es una utopía,
¿Cómo se puede vivir de cualquier otro modo?
Las restas siempre suman,
los impulsos siempre son lógicos,
la anarquía siempre repetida,
vuelve y se va para después
volver, es la condición
natural…
La fluctuación reinante es invisible,
se capta mediante la sensibilidad del espíritu,
donde la materia está separada,
donde el todo es el fundamento.
La intromisión en su mundo,
lo interdisciplinar como sabiduría…
límites circunstanciales y pisadas falsas….
La convención nunca alcanzó lo salvaje,
mar y montaña, diapasón descontrolado,
la regeneración,
¿no era agnóstico?
Lo diáfano,
los sentimientos extremos…
¡Qué sangre tan roja!, que
neuronas tan disfuncionales,
la conquista del camino como
baluarte vital…
La vida…
Camino abrupto,
por selva paradójica,
entre la tierra y el agua,
entre diferentes biodiversidades,
vida=Parque Tayrona.
La escalada para
poder respirar,
el narcisismo y las
coyunturas externas=sensibilidad agresiva,
y cuando se describe de este modo
a la selva, se ve que
la ciudad es una selva más violenta que la vegetal y animal…
Las partituras son armónicas, o,
las armonías no necesitan partitura…
Más bien… Lo segundo…
No creo en planificaciones
tan arriesgadas…
Cuando las competiciones dejan de tener sentido,
todo se basa en la lucha por la vida,
para vivir los caminos libremente escogidos,
aunque siempre haya manipulación
natural en el ambiente…
Las sensaciones,
los absurdos,
piedra tras piedra,
paso tras paso y la línea,
siempre libertaria, acumula sensaciones
en zonas salvajes,
¡Vuelven los instintos!,
¡Vuelve la visceralidad!
El camino andado y desandado…
Polvo y humedad,
que no es lo mismo que polvos y humedades,
luego, después de sudar ambigüedades e irascibilidades,
la vuelta sin desmesura,
surreal y paranoica…
La sustancialidad es esto,
caminos, piedras, sudores,
vómitos y poemas…
Cuando no hay compraventa y
el mar es la mejor compañía,
se recorren caminos iridiscentes,
y como sonámbulo pateo y repateo
la tierra. Entre aullidos
y malestar….
La iniquidad, la lucha,
el desenfreno y
el bienestar al otro lado del
malestar, sin olvidar,
caminos tortuosos, y hayas secas
donde el pensamiento crea adicción.
Las sensaciones emergen abruptamente
bajo el sol y la tormenta, cuesta arriba
o cuesta abajo…
El medio afecta, las circunstancias
también… pero
el eje principal es personal.
Después de dolores estomacales,
e insuficiencias vitales, viene
el sudor de la lucha por la vida,
sin partidismos…
Sin detrimentos absolutos…
Los pasos, el ritmo,
diapasón cardíaco,
en la desmesura y la sinrazón,
por caminos expertos
y sentires neutrales…
La riqueza vs la ingratitud,
diminutas parábolas
en el camino,
donde los abstemios cobran sentido,
y los márgenes decoran la vida…
La energía nuca sobra
en vosotros, parajes esbeltos,
y mi descomposición preconiza
retos, absueltos por tu vitalidad
y energía…
La genialidad de lo salvaje,
la creatividad del azar.
Los olores como guías, vientos, lluvias,
cuando el corazón no quiere parar….
Cuando un paso,
preámbulo de otro paso,
sin vislumbrar el camino,
lo va andando,
entra la espontaneidad, que dicta
y agrupa,
resuelve y succiona.
Los instantes, diametrales, con altitud,
paradójicos… La constancia sin desamparos
da elevados frutos.
No hay reglas, los
sinsabores, ecológicos, derivan
y se incrustan en el
espíritu, todas
las contra direcciones
flotan, en el violento
mar, en el cambiante aire.
Soportar ambigüedades,
ambiente para concebir…
No hay reglas, los
sinsabores, ecológicos, derivan y se incrustan en el espíritu…
Todas las contradicciones flotan, en el
violento mar y en el cambiante aire,
siempre soporta la ambigüedad
el ambiente concebible…
La insultante realidad nos
aplasta, somos y estamos,
copulamos y defecamos…
Las ilusiones nos muestran… La finitud
y la realidad, esgrimiendo respuestas,
exultando quehaceres, entre vagabundeos
y derroteros impropios.
El preámbulo al camino
es más camino.
La síntesis una antítesis, el
espíritu una globalidad,
naciendo y emergiendo,
brotando y sin colapso.
No hay ejemplos verdaderos,
no es una encuesta,
los animales siempre reproductivos,
la extinción del momento
está fuera de la realidad, se sirve por y para
la cópula, el placer y la ambigüedad.
La resultante…
No numérica…
Sentimientos,
materialidad…
Fusión de intereses…
La escapada…
El camuflaje animal,
las convenciones…
Sin lugar…
Visceralidades globales…
El réquiem del querer,
del obtener…
Cuando se posee todo…
La creatividad es un estado
hermano de la ilusión y de la desilusión.
Recolección de datos,
Nombres latinos…
Metamorfosis ambiental,
todos mutamos, el ambiente
paradójico nos da y nos quita…
La sublevación es inminente…
El éxtasis como forma de ser…
La voluptuosidad se emparenta
con la plenitud…
E aquí tú esencia
salvajismo exacerbado.
La iniquidad…
Absolución de la filantropía…
Si no existiera la empatía…
Teniendo en cuenta que en tus
caminos me vuelvo natural, y no somos
ingénitos ni imperecederos…
Menos mal.
El camino, exótico,
deambula y persiste.
Mi irascibilidad imperante
arremete contra la otredad,
el intelecto imparcial
del pensamiento natural y libre…
Solo hace falta descifrarlo,
para acabar con una interpretación subjetiva.
El tránsito sin asfalto,
el azar muestra a quien
quiera verlo, observarlo,
descifrarlo.
No existen las rutinas
en el mundo de la imaginación,
que no es otra cosa que estos
parajes ancestrales.
El submundo de lo underground,
en forma de paraíso terrenal.
La idolatría crea insuficiencias,
la pasión, genialidades…
¿no pacha mama?
La reincidencia,
el cielo de la vida
con disyuntivas
pero sin protestas…
¿Lo qué es, es, y lo qué no es, no es?
Las situaciones análogas, y
la aritmética difusa…
No hace falta el diapasón,
ni el remolque contrario a las
apetencias…
La cuestión es ser y estar…
La ambigüedad
no es una virtud,
selva ideal, concreta y diáfana…
Tu lenguaje es claro
y apetente.
Los siniestros abusos
homogéneos…
Las risas descontroladas,
por motivos al mismo tiempo
claros y siniestros…
La vida…
La animalidad.
Las crisis pasan,
el sol se oculta,
la penumbra clarea,
el infierno a veces es un ideal.
Exento de compostura, ando,
defeco y tirito…
¿Es algo más la vida?
La colocación en su sitio
de lo circunstancial.
Calidad de vida.
Arritmia natural:
perecer en sueños,
camino real y vital…
La construcción de las desilusiones
lunáticas… marca,
depredadores….
Insectos despiadados.
La concurrencia ha disminuido…
¿Es el paraje un lugar para
estar solo conmigo mismo?
La línea debería ser ascendente,
cuando lo que asciende es el camino…
Hijueputa.
¿Hay luz en el pensamiento primigenio?
¿Existe dicho pensamiento?
Dependerá de la altitud y de la latitud…
¿…no…?
Lo denigrante es paradójico…
En el haber también hay espacios,
que aunque no quieren tener propietarios
hay quienes se los apropian.
Qué indignación, aborígenes sabios,
de pensamientos productivos.
La seguridad nunca puede ser colectiva,
¿el hombre es un lobo para el hombre?
Ya no hay muestras, desilusiones, letanías…
… lo habitual es único…
Primordial.
Tierra, agua, fuego, aire….
¿No hay nada más?
¡No hay nada más!
Es la descripción de tu esencia…
Es la línea que separa al ser
del no ser.
Las condiciones elementales
pasaron a ser elaboradas,
¿por qué?
¿Por quién?
Dependerá de quién las estudie…
De quién las obtenga o las rechace.
Somos cómo extranjeros
asombrados por las diferencias.
Somos como impresionantes motas de polvo
sobre fondo oscuro,
y cuando no hay luz, la buscamos,
ajustando su potencia a nuestro antojo.
Como paraje brillante,
te relacionas con inquilinos y gente
ajena, tú, madre selva,
dictas.
El ritmo no decae,
el ciclo continúa.
La educación, ambiente convencional,
retirada de la parte animal,
que en el fondo es lo que nos mueve,
y cuando conecta lo animal con el intelecto…
Se forma una bomba de irrespeto.
La reconstrucción de los hechos
es fundamental
para la resolución del caso…
¿Qué tiene que decir a eso
el Parque Natural Tayrona?
¿Cuándo el escarpado camino
quiso atragantarme por mis debilidades
intestinales?
Yo solo me acuerdo del camino.
Las lecciones se desaprenden
con rapidez,
pero tú, selva caribeña, las introduces
de tal forma,
que se vuelven inolvidables.
La lógica impera,
las circunstancias te pertenecen…
El ambiente, activo,
emprende y absorbe,
renace y controla.
La línea remarca,
el relieve limita,
la irascibilidad también
es limitadora,
agresiva y paradójica:
el mundo.
Las costumbres renovadas
por la nueva situación,
reniegan y a veces hacen gemir…
Tanto de placer como de dolor….
La resolución del trayecto hacia
la vocación,
entre sudores y odios,
entre despertares y entierros.
La sujeción es subjetiva, sin límites
y a veces retrógrada, otras,
el principio es un impulso.
Desnudo defeco ideas, entre
chillidos y lianas,
entre simios y monos humanos.
La justicia es subjetiva,
te lo puede explicar tanto el depredador
como el depredado,
siempre inmersos en su círculo vicioso.
Cuando ya no quedan consecuencias
inmediatas, las irascibilidades de tus
caminantes sucumben ante su propio
esfuerzo por entender:
¡la partida está perdida!
La noche con luz…
La vida vislumbrada en
el caminar, en el
esfuerzo físico,
donde la hidratación, el carácter
y la supervivencia tienen cosas que decir…
La llama, el ímpetu y la blasfemia
tienen razón de ser.
Lenguaje convexo…
Lenguaje esperpéntico…
La razón inversa…
El camino forzado…
Todo puede ser
pero no en estos
parajes caribeños.
La puntuación en el discurso
cambia su significado…
¿Qué es todo lo que me dijiste,
paraje natural,
que ya no recuerdo?
La animalidad crece en mí,
hay momentos en que quiero
devorar a mis iguales.
La soledad exenta de confusión,
camina…
El itinerario es concupiscente,
y mi éxtasis alcanza el espíritu
del irrespeto.
La sinopsis es clara y elemental:
“Conjunto de personas andan,
han empezado a vivir y a ver,
el entorno los sumerge en su
más profundo yo”.
Amoral, sin dolores,
sangrante y acorralado.
mi camino es tu camino,
tus curvas mis curvas.
La estructura económica
es una invención diabólica.
Enfoque, desaire,
parajes ideales, míticos,
geométricos,
sin antes ni después,
la nada en el presente
sigue.
Retratos bucólicos,
esencias quebradas,
perfiles extemporáneos,
naturaleza dionisíaca.
Examen abrupto
donde no se percibe
la valía, imágenes con vida,
ecosistema hiperactivo.
Caminos superpuestos,
exangües imágenes,
como vidas sin límites,
la verdad es subjetiva.
Cuando te diriges al lago
y no existen los verbos,
cuando actúas radicalmente
y los verbos pierden su sentido,
solo se necesita visualizar y captar,
sentir y descifrar.
Las interferencias comunicativas
no impiden la comprensión práctica.
Los estereotipos siempre odiosos
regeneran la idea fáctica:
la masa amorfa se deja llevar,
el individuo es digno
de selvas y paradojas.
Lomas con cataratas en los ojos,
te contemplo, me alumbras,
me explicas, háblame tan claro
que la luz me ciegue,
Oh… parque Tayrona.
Las insignias dominantes actúan en mi sustancia
Sensible, te percibo como otros lo hacen, con la
diferencia de que me integro en ti.
Cuando el camino parece llegar a su fin…
Y queda más ascenso, y la mente
viaja por otro paraje: reminiscencias del pasado
con narcóticos, reminiscencias del pasado
con desamores.
¡Me gusto!
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Muchas gracias
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