Extenso poema sin sentido 7

Grito.

La desesperanza es global.

Definitoria de nuestra

especie.

Nos embarcamos en el interregno.

El bien y el mal es una

invención.

Nacemos para morir…

¿Y el más allá?

Busco y reabro sentidos

y sentimientos…

Para degollarlos sin compasión.

Soy lo que siento…

Siento rabia…

Por ello mi aullido.

Por ello mi salto a la expresión…

Para no carcomerme por dentro.

Para ser y sentir.

Para dar y recibir.

Para amar follando…

O follar amando.

¿Cambia el sentido?

Todo cambia, cantó Sosa.

Yo solo sigo y persigo mis propios pasos.

Darles un sentido es fundamental

para no enloquecer.

Cuando el mundo es de locos

y está habitado por deficientes sensoriales.

Mi misión en la vida es construir…

La misión de la mayoría destruir.

Pero para construir, muchas

veces se ha destruir previamente.

Soy y emerjo.

Sigo y descanso…

Los versos me ayudan a encontrar

cierto relax…

Mi aullido atronador…

Soy, me pertenezco…

Vivo y peleo.

Blasfemo y corro, con intenciones

abstractas… sin fin

ni meta visible…

Solo redacto, y compongo.

Expulso y expreso.

Como siempre, la vida

insustancial, impera, es

el máximo común denominador.

Y yo, inmerso en mis propias

obsesiones, le canto

a la vida y a su profundidad.

La metafísica finalmente es útil.

¿Dónde se ha escondido el ser?

Lo busco y cuando creo haberlo

encontrado, me doy cuenta de que

ni siquiera me he acercado a él,

entonces vuelvo a aullar,

de rabia y desesperación…

Y mi vida se convierte en versos, y mis

sensibilidades renacen… para

gritar aunque no me oigan…

Para escupir blasfemias,

ante la mirada atenta del que cree verlo todo…

Pero cada individuo, que debería ser realmente

un sujeto de ideas propias,

es una caja de sorpresas…

¿Acaso nos sabéis que cada persona

tienes sus incógnitas indescifrables

para los demás?

Esas incógnitas son las que nos causan

la atracción o la repulsión hacia el otro…

El jodido otro…

Cómo dijo Sartre, el infierno

es el otro…

Pero también la pasión…

¿O no? Amantes

de todos los lugares…

Que daríais las vidas por un

aullido más de satisfacción

después del último revolcón.

La vida viene y se nos va.

La vida crea y recrea…

Y nosotros solo somos

marionetas…

¿Quién nos maneja, nos guía?

La sociedad, las redes sociales…

Los medios de información, la economía…

Entre todos ellos un poco,

y yo denigrando de todo y de todos…

Es lo que mejor sé hacer…

Y con motivo… aunque algunos

piensen que no tenga motivos…

La esencia de las cosas…

o… ¿La esencia es también una ilusión?

Como el mundo.

La interioridad brilla

por su ausencia.

Somos seres superficiales,

sin integridad…

Y eso que yo creo estar

más allá del bien y del mal…

Al estilo nietzscheano…

Pero la verdad lejos de

ser contrastada se nos escapa,

aun así nos afecta… estando en

el rumbo adecuado, nos metemos en la super fluidez…

No hay colisión…

¡Yo la provocaré!

Los sistemas fallan…

Quizás el mejor sistema

sea el no sistema,

La ausencia de sistema…

Y que conste que en eso no consiste el anarquismo.

Mi aullido se oirá desde aquí hasta la otra punta

del globo…

Siendo irreal, la vida siempre golpea.

Conclusiones ausentes…

¿Quién entiende algo de toda

esta mierda?

Los seres humanos, destructores…

Manipulamos para nuestro beneficio,

y nuestro beneficio genera destrucción.

Somos asesinos hasta de nuestras buenas intenciones…

La vida, la irrisoria y precaria

vida, al margen y con desdén…

Hacen falta más poetas que aúllen…

Como Ginsberg… Que en su época

emitió un aullido grito, que resonó en todo el mundo,

y ni siquiera el estrés volvió

a ser el mismo… Lo extravagante se normalizó…

Y aunque seguían todas las injusticias,

los malvados miraban con otros

ojos el mundo.

La existencia inacabada…

Esperando el fin del mundo

con ansiedad…

No me tocará verlo,

pero lo sueño.

Además, el fin del mundo son términos humanos.

Porque  en realidad lo que se va a acabar es la raza

humana, el mundo como lo conocemos, pero

seguirá habiendo algo, y ese algo será un mundo.

Arto aúllo, arto grito, arto invoco

a la vida y a la muerte, para

que luchen entre sí y decidan

y que gane el más fuerte…

Estoy para sentir, soy para exclamar,

en la expresión se basa todo

mi arte… En la expresión desmesurada…

En el vómito incontrolado, de imágenes y conceptos,

expresiones a partir de las impresiones

que me proporciona el mundo…

Cruel y falso mundo…

Dónde la lucha por la vida

es el único modo operandi.

No hay lógica fidedigna,

vivimos en un mar de meras

ilusiones…

Las interpretaciones son de todos

los gustos, pero nadie es capaz

de demostrar que todo esto

es real…

Vivimos en el mundo más virtual,

hasta la fecha la vida era

más simple, la mierda

de la humanidad lo complica todo…

Las energías chocan, y nosotros

nos limitamos a seguir sus órdenes.

Y peleamos sin parar…

Qué otra cosa es la historia universal,

que la historia es la historia de nuestras guerras…

Y todos atraídos por ellas

no aprendemos ninguna lección…

El sinsabor es horrible,

y mis sentidos aprietan,

no puedo dejar de aullar.

Los dulces, hace tiempo

que no tienen efecto alguno…

Ya no estamos para caramelizarnos

los unos con los otros,

la violencia lingüística está en la calle,

¿es nuestra arma principal?

Relajándome leo,

libros personales… todo

libro es personal,

¿todo libro es personal?

Cada uno lo debe interpretar,

como a la vida, como a los sueños,

como a los versos irracionales,

como a las pinturas abstractas.

Sin embargo, lo común es el vacío,

vacío espiritual,

cuando se da,

ya no hay profundidad,

la individualidad se pierde,

y la masa se vuelve más ciega y moldeable

que nunca,

no es así ¿Ortega?

Vivo, pero como dicen,

la vida da muchas vueltas,

no sé dónde acabaré…

Lo que es seguro es que me descompondré…

Y mi sangre, calmará la sed

de propios y extraños…

Cuántos enemigos,

y yo gritando,

cuánta maldad, y

yo aullando,

la vida queda en eso,

un beso y una flor…

La vida es eso,

Un abrazo y un verso…

Por eso dicen que los poetas

piensan con los sentimientos…

o al menos lo digo yo,

poeta anónimo, callejero

y singular,

en el que el atropello

le desfigura,

y la rebeldía es su razón de ser…

no hay condición,

la humanidad deteriorada ha perdido

su esencia, rebelión…

Ya no existen las estrategias coherentes…

toda improvisación da sus frutos,

y cómo si estuviese poetizando vivo.

La miseria contrastada nos

salpica a todos… nadie se salva.

La corrupción es intrínseca

a nuestra especie, que podemos esperar

de nuestro futuro…

No hay humildad, todos creen saber,

cuando no hay certeza de nada…

¿El mundo es real?

¿La realidad es tal como la vemos?

No tenemos respuestas obvias…

La mansedumbre es un ideal,

mientras nos matamos

y las armas de fuego son un mercado negro,

las ciudades, ardiendo, piden una tregua…

Lo mismo que el mundo natural,

cuanto más descontroladas están unas, más

sufre el otro, no hay más remedio

que aceptarlo, somos

destructivos,

y como tal no tenemos escrúpulos por nada ni por nadie,

¿cómo aullaría Ginsberg en la actualidad?

Sería un aullido intenso,

que acertaría y daría en el blanco

de personas que no tienen

alma ni espíritu, son

solo materia, y la materia quiere

juntarse con más materia…

¿Sabéis lo que significa?

El cultivo del espíritu sería esencial para el buen

itinerario de la humanidad.

Sin dejarnos engañar,

hemos de creer en algo,

cuando yo no creo en nada,

solo en mí y en mis versos,

en mí y en mis aullidos,

por eso redacto versos descontrolados…

Como estos que están Más allá del bien y del mal,

estilo nietzscheano…

Estilo escéptico…

No tengo otra manera de escribir versos…

Que tus deseos se cumplan…

Paremos la destrucción,

se ha de empezar a construir.

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