Tumbada, sientes la vida
de tu interior que durante
tiempo y tiempo
ha comido y comerá de ti.
y tú, mujer, toda sensibilidad.
Te meces al son de un viento
en forma de protectora madre.
descansa, duerme, descansa,
que tu eres nuestro día,
bebé presente.
Sonrisas cómplices alimentan tu vientre.
¿Cuántas creaciones?
Aunque la única a la que iluminará
la luna es la de nuestro querido mateo.
Noches húmedas de llovizna,
dónde aflora la vida. Y tú,
con tu chubasquero
solo le pides a dios…que
al germinar de tu interior le reine la paz,
la mar y la estrellada noche.
Tus andares, meciéndoos al ritmo del viento,
cómo oleaje, que va arañando
terreno. Tu paseo como la vida,
perdón, tú paseo, que define la vida.
Sois mi oxígeno y mi sol,
luz en la noche, sombra
para tanta claridad
en unos ojos que solo te ven a ti
mujer en sueños
que se ha hecho realidad.
Cruce de vidas, tanto paralelas
cómo perpendiculares, a las
que el destino tenía unidas,
y ahora ya no quieren, ni pueden,
ni deben estar solos, en espera
de su gran creación.
Caminos ya cruzados,
dispuestos a cultivarse
ante la pasión
entre nosotros tres,
y como si estuviese de carnaval
nuestro bebé, nos comunica
su alegría por vivir
en forma de movimientos. El movimiento
es vida.
Tu ser inteligente ríe
por la felicidad de tu interior.
Mujer cuya capacidad
de amar queda demostrada,
entre tu alcoba y tus labios
solo oigo gemidos de madre eterna.
Brisa fresca fecundada.
recibir sin aviso,
dar para ser feliz. Qué moralismos
tan complejos…
Tú y tu vida interior
mi tranquilidad.
Sonrisa de mujer en flor,
que el mar y la luna
te deleitan. Y paseando
vas viviendo, en espera
de un cielo aún mas azul,
cómo tu gravidez, como Mateo,
ya más que soñado por nosotros.
Cómo veleros descubrimos mares,
la mar del amor, la mar
de la comprensión…,
y la marea nos transporta
a los mundos de la felicidad
¿Qué mas pedir a nuestra madre
naturaleza, si nuestro destino nos
lo ha dado ya?
La luz nos llega y el mensaje
es darnos calor.
¿Cuántas noches sin comprenderme
hasta llegar aquí, hasta el tríptico del amor?
¿Hasta el recibir sin pedir?
¡Ay, mi amor!
Mi vida, vuestras vidas,
una sola pasión
por los derroteros
del gran camino,
andando por el amor,
cómo los pájaros con sus pichones
cómo el lecho y nuestro placer.
El sendero a la comprensión
es libertad. ¿Qué contaros
madre e hijo que no sintáis?,
Mi libertad os ama y os necesita
cómo las estrellas a la noche.
Es el día de la fecundidad y la noche
de la madurez. ¿Cuántas cosas mas querrás
darme aunque sea día laborable y
en el pasado hayan habido lagrimas?
Hermosura, como el naranjo en flor
es tu hermosura, en un final de primavera
en qué se engendra el fruto de nuestra pasión,
que dará paso a la felicidad y la ilusión
de una nueva vida.
Reconciliación de las vidas en forma
de una nueva existencia. Sueños realizables sin
conformismos, responsabilizándonos con
nuestro futuro.
Tú, mi amada Mónica
y tu interior viviente,
hacéis de mí optimismo
sin descanso, en el que estoy,
mi gran amante,
qué nuestros frutos ya recogemos
en forma de delicada
y nueva vida.
Alegría indefinible por el crecimiento
de tu barriga,
de unos locos futuros padres
qué creen conocerse mucho,
en que el tiempo corre de su parte.
Felices e imperfectos futuros padres.
Lo de imperfectos es un auto piropo…
La vida no solo aparece por tus poros,
también tu barriga tiene su vida
en forma de…,
qué seguro, que en estos días, también
le inunda la felicidad.
Ya ve y oye, y espero
que sin estrés va alimentándonos
de amor por él, y nosotros
dándole gracias al milagro
de la vida, o podríamos decir a
la realidad absoluta.
Noches largas, mientras
nuestro bebé se alimenta y nos alimenta,
las lunas pasajeras te y nos estabilizaran,
mientras tanto intenta descansar
mujer que me atrapas
sabiendo quien soy.
Dentro de ti la vida florece,
y nosotros entre aguaceros y sol
nos ilusionamos,
cómo el gorrión urbano junto
a sus crías,
cómo el pájaro carpintero
frente a su siempre nuevo árbol,
y todos impregnados
de nuestro amor particular.
Nuestro bebé se ríe
y crece a nuestro ritmo vital,
y qué más pedirle a los pétalos primaverales,
o los del constante paso del frío,
al temperado que tu fecundación,
y la gran aparición de
un nuevo ser… en su tiempo.
Vientos portadores de vida,
¿dónde nos llevareis?
A pacer juntos,
trío con voluntad de seguir
los derroteros del amor.
Cómo mirando la grandeza del firmamento,
tratas a tu hijo,
sin preguntas, con respuestas,
como oliendo la intuición
de tu amor.
Consumiendo el caldo,
qué también nos da calor,
cómo la vida de tu interior,
cómo la ilusión de un futuro…,
cómo nuestro inabarcable amor,
cómo el del sol por el mar,
y la melodía sonando, la melodía.
Cómo planeando por el destino,
la vida nos regala sin parar, y
cómo el trío del amor,
una corriente nos lleva a la
grandeza del mar,
qué como ocurre en ti,
con vida en su interior.
¿Y dónde queda la melancolía
dentro de este trío que va
compartiendo amor?
Hoy le canto a tus labios,
que sueltan palabras verdaderas,
y a tu vientre, reino de la vida,
y a tu eterno sexo.
Tú, flor, qué das vida,
tú aire, qué te refresca
el andar del camino,
tú techo, qué te cobija
de tempestades que nunca llegan a ti,
tú lecho, lugar de concepción,
del descanso,
un alto a la lucha de la rutina,
un lugar para soñar los tres,
despiertos siempre,
despiertos.
Tú, yo, contigo,
dulce representación,
noche, luna, y nuestra
erótica parcela,
dónde la leche saldrá de ti,
dónde la vida nacerá
a nuestro lado, contigo,
conmigo, con nosotros.
Olas espumosas
nos masajean el alma,
y queriendo tener siempre
una panorámica clara
del horizonte, vamos
creciendo nosotros tres,
comiéndonos la tierra,
cómo erosionando y moldeando
nuestro destino.
Aunque a veces no te lo parezca
sois mi vida, mi alimento
espiritual, mi corriente
que guía mi camino,
sois el todo.
Por mirada, el sol naciendo,
cómo luminosidad mañanera
crece tu vientre.
¿Cuánto más intensamente te amaré,
mujer inmensa?
Amanecer de sentimientos.
En mi corazón estáis,
cómo tumbados con la temperatura
perfecta. Y este músculo
de los sentimientos
está cerrado y no os dejará
escapar.
Tus labios y mi alivio,
tú amor siempre correspondido,
tú maternidad proporcional
a mi pasión.
Seres únicos ante su
perpetua creación.
Vivimos en el pedestal
de los afortunados,
dónde la corriente
nos ha llevado a amar,
el barco de las decisiones
a ser padres,
y todo por la naturaleza,
¡ay, la naturaleza!
La vida,
entre felicidades navegamos,
las angustias extinguidas
fueron substituidas,
y yo os admiro.
MAMÁ en mayúsculas,
casi más allá de lo terrenal.
Tez blanca, rasgos suyos,
sólo suyo, dándole amor,
y qué decir de ti, madre y esposa,
que ha acabado de iluminar
mi vida, de iluminarla.
Andando ininterrumpidamente
te sonreímos,
¿cuánto queda para la mar?
Y continuamos caminando
al ritmo de nuestro amor
de tres.
Siempre pensando holísticamente.
¿Tu tiempo y mi tiempo
se complementarán?,
Mujer de pechos de seda,
lágrimas atrapables y
sensibilidad compartida.
Eres olores y sabores
mí enérgica flor
más que germinada
qué atraes la claridad
con miedos por falta de libertad.
Entre sueños de maternidad
ya casi ni descansas,
entre tus amores,
tus claridades y tus tinieblas.
Mujer felino, mujer voladora,
mujer de piernas inolvidables
que ya me pedirán mi parecer.
Tu corazón va latiendo entre el líquido
qué mi amada cuida, ni niña ni niño,
solo serás la criatura mas especial
y mas querida en un mundo
ajeno a los avatares de la realidad…
Como si fueses un cráter
vives, entre tus alegrías y tu fecundación
y mi ya siempre optimismo ante
el pensar para tres que se impregna de tu fuerza.
Mi mujer fértil, que mi sentir
está inundado de deseos húmedos hacia ti,
y tu sexo por ahora intocable me llama,
pero una nueva vida hace esperar
nuestros instintos animales.
Como un ciprés recién plantado…
nosotros vamos por la vida,
la semilla ha brotado,
ahora solo hay ilusiones en forma de trébol.
Sabia vida, que el sol nos regalaste,
el sol.
Qué más se puede pedir, santísima trinidad,
que aunque yo dude de la vida, me ha dado
la mía propia, agua, tierra, aire;
Mateo o Ashima, Mónica y yo,
que me nutrís como el oxígeno al fuego,
esencia que calienta.
Desarrollo integral del movimiento de nuestra creación,
naturaleza sabia y misteriosa,
que das sin haberte pedido
y que tus regalos lunares, además de dicha
nos convierten en tres.
Todavía era primavera cuando tú y yo copulamos
sin la intención de crear pero creando,
y ahora las flores a nuestro paso
le cantan a nuestra nueva vida.
Día placentero entre tú, yo y tu vida interior,
risas, charlas y relajación, en nuestra época
del autoconocimiento para transmitir
a nuestro futuro hijo
que tan solo sea el mismo.