Guerreando,
varios colores en
mi mente.
Ellos deambulan,
me rozan.
Yo, repudio.
Mi insignificancia
me hace voluminoso,
pero mi psique
queda lejos
de la consciencia.
Movimiento
es vida.
Mientras, paro a
ratos y observo.
Veo, y corren
películas por mi cabeza.
La mayoría abstractas.
Como un mapamundi.
Como un lienzo de Saura.
Extracto,
insecto diseccionado,
y no siento mí
materialidad.
Aunque como dijo
don nadie.
Si quieres correr y la mano
va lenta,
al menos que la pintura
no sea espesa.
Intentando ángulos
abstractos hechos
a puntos.
Una línea que vuelve
al inicio.
Vida geométrica.
¿Qué es sino la vida más que
geometría del gusto?
Del placer, del sudor,
del dejar pasar.
Y si fuese,
pero no lo soy.
Ni me gustaría liderar
Inmundicia alguna,
ni constancia,
ni declaración.
Solo vivir, fornicar,
ser.
Correcciones,
¡vasta…!
La sintaxis de la
vida.
¿Quizás mala construcción?
Bajo el concepto con
múltiples significados.
Pelo lacio.
Palabras ausentes mas
profundas.
Describiendo concreciones,
amores, acciones.
Autorretrato condescendiente.
Preámbulo al desarrollo
intelectual.
Del yo al tú, caben muchas ideas
divergentes.
Como la noción de si hay
tiempo que sea circular.
¿O quizás todo es
pura ilusión?
Como un nudo,
mi musculatura agarrotada.
Mi corazón que se expande
y se contrae sin control..
Es el actuar, es el deletrear
palabras eróticas,
para que tus finos oídos
se empapen de ellas.
Para que tus sentires
abiertos me abracen,
bajo la melodía crepuscular
del despertar
más tranquilo.
Enjambre hambriento
de necesidades.
Como el niño cuando pide
besos. Como el anciano
al que se le debe
inculcar algo
de promiscuidad ideal.
¿Hay algo más promiscuo
que las ideas?
Creer.
Suspender en lo referente
al sentir.
Venir de dónde voy.
¡Qué más da el destino!
Lo nuclear es el querer,
no el conseguir.
Deambulando. Sin concesiones.
En fase instintual.
Paso ligero,
mente pausada.
Como el virtuoso al que la
pérdida lo deja neutro.
Como el psicólogo que
enloquece y no es capaz de hacer auto
terapia.
La vida. La
existencia misma.
Retransmisión.
Colores opacos
apuntan a mi retina.
Yo solo, conmigo,
sentimiento de sentimiento.
Sensación de sensación.
¿Quizás recuerdo?
Pensamiento de pensamiento.
¿Y mi cuerpo?
Yace, descansa, padece.
¿Por ello el sentir?
¿O solo siente el pensar?
En especie mineral me convertiré.
Con la sustancia me mezclaré.
¿Qué tipo de espíritu tengo que
se mezcla con cualquier cosa?
La vida muerte.
La muerte vida.
Y sigo siendo y creyendo.
¿Pero cuál es la realidad en la
que creo?
En mí…
Ya lo dijo Descartes.
Cogito, ergo sum.
Pienso, luego existo… o soy…
Estaba pasando la mano por una
superficie rugosa…
Cuando un subconsciente me llamó.
¿Sería el mío?
Y escuchando me cansé.
Y cuando perdí parte de la atención,
vino un cuerpo y seduciéndome me dejé
seducir.
Y poseyendo me dejé poseer.
¿Acaso los sueños que se recuerdan
tienen algún tipo de sentido común?
Brevedad en la estructura
física y química de
un edificio singular.
Hecho de nubes
y aire.
De sueños y pareceres.
Caminando.
Comiendo.
Descansando.
La historia repetida.
La historia resignada.
Como la contradicción
entre vida y sufrimiento.
Entre caminar y excentricidad.
Destino imprevisto y recorrido.
Introspección de yo a ti.
Excentricidad: yo soy tú.
Tú eres el otro.
Cambiando de lugar:
Locura absoluta.
Extrañar:
¡Qué raro!
O
¡Te echo de menos!
¿Dependerá del paralelo terráqueo!
Dependerá.
Entre cordilleras
voy y vengo.
La más difícil de pasar: mi interior.
Como olas voy y vengo.
Húmedo, donde el tacto
acaricia arrugas.
Donde los ojos cansados
no se cierran más.
Preámbulo…
Yo + tú = yo.
Tú + él = yo
Vosotros + nosotros = yo.
Y no me llamas narciso, soy como
la resaca, se lleva adentro.
Te retira y te retiene.
Te añora y a la vez casi mueres.
Crujido,
he pisado más,
aunque siempre sobre
paso firme.
Qué lejos mi pasado.
Dibujo por completar.
¿Dónde acabará la curva?
Donde la recta empiece.
¿O quizás la nada?
Como la vida.
Como el pasar.
Como suele pasar.
Al cubo mas a la inversa.
Coacción.
Límite entre el placer y el mal.
¿Acaso el placer es el bien?
Que así sea.
Complicidad entre barrotes
de espuma.
Como un desposeído de
locuacidad miro.
Como un poseedor de mirada
dialogal espero.
Entre este y otro momento.
¿Qué más da cuál?
¿Cómo saber cuál?
El sinsentido
de lo racional.
La sabiduría
de lo irracional.
Como naipe…
Como juegos
de poder
cuando lo que importa
no sé si es ganar.
O simplemente devenir.
Cruce de caminos…
como el blues.
Vidas al límite…
por favor
una copa.
Para poder dejar
pasar.
Para quizás poder sonreír junto
a los fraseos de un
saxo de Be Bop.
Junto a los impulsos que
da el querer y no poder.
Explosión de instintos.
Explosión de sentimientos.
Resaca.
¡La maldad existe!
¡Me gustaría ser intemporal!
Como el rocío.
Como el polvo.
Como un adiós no contestado.
Réquiem a mi pasado.
Obsceno.
Muerto.
Sin retorno.
Sobre todo imperfecto.
¿Qué creía creer?
La nada.
Lo insustancial.
El inquilinato
a lo absurdo.
Como la vida.
Ansias por saber
lo que viene después de
la vida.
¿La nada?
Si me giro,
veo parte de mí
espíritu.
Con los versos
ese espíritu
es estudiado.
Sus paradojas.
Sus dolencias,
soledades, discapacidades.
Réquiem por el desconocimiento de
mi ser.
Réquiem por la muerte
de mi centralidad.
¿Qué quizás la locura acecha?
¿Qué locura?
¿Querré decir la vida?
¿Rostro en mayúsculas
o rostro entre comillas?
Sílaba que denota un
pre acontecer.
Inicio del concepto.
¿Concepto en mayúsculas
o concepto entre comillas?
Qué causas más absurdas
complementan mi pensar.
In crescento.
Allegretto.
Contra si menor.
Que conste que
Y no es igual a X
aunque X forma
parte del conjunto de
los no Y
No Y=desgraciados.
X=suicidas.
Lógicamente hay muchos
desgraciados que no se suicidan.
¿Soy yo uno de esos?
La vida está llena
de paradojas.
¿Yo y vida son términos paradójicos?
Estando… transparencia…
verbo repetido
pero incorrecto.
Recordar, ¿cómo?,
Ser, inscribir,
pernoctar.
Como embeleso
por la carne.
Cuánta humanidad,
cuánto sin sabor.
Ser en y entre,
Por y para. Sentidos entre
Tú y yo.
Entre palabras
que salen de
labios miedosos.
Cómo un insulto
perecedero
Cómo un sentimiento regenerador.
Deambulan por el
aire las malas energías.
¿Atraparlas o rechazarlas?
Simplemente ignorarlas.
Fui a ver a Y.
No me dijo nada.
Luego fui a ver a Z.
Tampoco me habló.
¿Quizás mi imaginación
viaje sin parar?
¿Quizás mis obsesiones
estén limitadas por la realidad?
Son sin ser.
¿O simplemente son?
Entre bastidores,
intimidad pública.
Cómo el ralentí
de un pura sangre
mis ideas brotan desiguales.
Al margen, entre comillas,
Aagunas sensaciones vienen
y van, sin pausa, a su ritmo,
que no es otro que el ritmo
del dolor y del placer.
Siempre al unísono.
Siempre relacionándose
dentro de la introspección.
Crujiendo crustáceos,
como almejas.
Dudas en los sabores,
dudas en los sentimientos,
cómo tecleando,
y que brote un concepto
ignorado por la humanidad,
cómo aseín.
Dícese de aquel que ni tranquilo ni enfadado
se comporta amigablemente
y como un hijo de puta al mismo tiempo.
Dícese del ser tan contradictorio
que todo el que lo mira sufre por él.
Por su estado existencial.
¡Cuántos hay de estos!
¿Yo soy uno de ellos?
Nooooo.
¡Cuántas falacias
restriegan mi cerebro!
¡Cuánto sexo pierdo
por no practicarlo!
Mientras, viene el
triste después.
Mientras, se va
el olvidable pasado.
¿Y el presente?
Jodido, incongruente,
paradójico, blasfemo presente.
Como si creciese
entre cremas hidratantes.
El sol al alimentarme me arruga.
¿Me quieren matar
o no me importaría morir?
Yo no soy quién para dar una respuesta verdadera.
No hay ser
ni ente que lo pueda dar.