Diario sentimental sin espacio ni tiempo

El desequilibrio, los

sentimientos me rigen.

Los deseos intentan

Gobernarnos.

Amor y odio, ¿dos caras

de  diferente moneda, o

dos caras de la misma moneda?

No hay expresión, solo existen

las blasfemias.

 

 

Mezcla de odio y auto control.

Deletreo detestables nombres

propios…

Luego aparece algo parecido al bienestar,

y eso que en la sociedad el bienestar

cada vez es menor…

Pero yo me subo y aprendo,

monto y gimo,

duermo y vivo.

 

 

Enteramente dionisíaco…

Relax a intervalos…

Sentimientos adversos,

líneas quebradas…

Ya no hay límites en mi sentir…

Como y padezco,

copulo y renazco…

 

 

La vida, compuesta

por piezas artísticas…

Reelaboración inconcreta

como flores semi marchitas.

No hay un antes y un después…

Somos seres actualizados,

como enjambres domésticos,

reencontrarse con la obra…

Limitarse acompasadamente.

 

 

La multitud errática, sin

comisuras, los pechos brotando

leche, y los ilusos o depravados

excitados y exotéricos,

sentimientos reencontrados,

radicales y abstractos.

 

 

La resistencia,

medular y radical,

impregna mis célula.

La expresión de mis pasos cansados,

y la conspiración de mis

sentimientos junto a mis

pareceres, denotan rebelión…

La cuestión es saber ver lo no visible,

que no es lo mismo que lo invisible,

…¿no?…

 

 

Relaciones intensivas.

Ni la ingeniería sirve.

Los ires y venires sensacionales

representan a los conceptos y a las ideas,

y todas deberían regirse por los sentimientos,

recíprocos y antagonistas,

intermitentes e intensivos….

 

 

Sintonía espiritual,

la inversa también es instintual.

Pienso luego irrazzono,

golpeo y beso al mismo tiempo.

La temperatura importa a la hora de

las caricias, de los sentimientos…

 

 

El reencuentro con mi razón…

Todo tiene un principio…

Es experiencial, y nutre mi subconsciente…

… años trabajándolo…

A base de vivencias,

polarizando la realidad.

 

 

El axioma ha de ser

interrogativo, no afirmativo.

Las lanzas no llegan a la liana,

las injurias se atropellan unas a otras…

Más versos, más trazos, y yo

aprendo del simple error,

de allí proviene la obra…

Instintos cultivados…

 

 

Exclusividad, sentidos irreales,

¿la realidad es interior?

Recobrar las intenciones

sangrientas…

En el fluir de las ambiciones…

Soy y opino…

Reniego y comprendo,

siento y recuerdo.

 

 

 

El ambiente del inconveniente,

y que así sea…

El ambiente crea y se recrea en el horror.

Las vicisitudes crecen al ritmo de mi odio…

Resultante,

emprendo proyectos, detecto pareceres,

espíritu sentido.

 

 

La valoración de los hechos

pasa por los sentimientos…

Y los sentimientos son irracionales…

Qué sano debe ser trabajarse

la parte irracional… la estética y

la creación trabajan en ello,

¿o no?

 

 

 

Los significados inconcretos

con sabiduría se concretan.

La mayor sabiduría es la vital…

El subconsciente mana de ella…

La irracionalidad es la mayor

muestra que tenemos

hacia el otro…

Sin paradojas la vida sigue siendo contradictoria.

 

 

Sentires nublados y concretos…

Paradojas propias latentes…

Ser como sentir…

Sentir como blasfemar…

Lo iracundo de la realidad me abofetea.

 

 

Lo voluble nos circunvala…

Somos seres cambiantes,

las liturgias, a veces, van unidas

a los sentimientos.

La visión, el descaro de la afirmación,

¿hay algo cierto?

La recompensa no es un paraíso…

El castigo no es el infierno,

somos seres ambientales

y como todos sabemos,

nuestro estado de ánimo

puede variar dependiendo

del ambiente.

 

 

La resaca moral arrasa.

Las letras, casi pasadas de moda

nos siguen rigiendo, dependientes

de los sentimientos, vienen

y van, como las ideas.

 

 

Violentos momentos de pensamiento

abstracto…

La locuacidad ha ido a parar a los sentidos…

Soy visceralidad y armonía al mismo

tiempo… La ruptura con la consciencia

tiene sus momentos álgidos.

 

 

Los sentidos revientan,

la lógica se divierte.

El momento, diáfano,

se considera subversivo,

con sentimientos convexos.

El esperpento está en la

cotidianidad del día a día.

 

 

Las sensaciones, paradójicas

y a veces contraproducentes…

Delimitan y agrandan,

nos devuelven a nuestra mayor animalidad…

Y sin ver, ciego por nuestra espontaneidad,

concibo estados rebeldes, para salir

disparado al límite entre el bien y el mal.

 

 

Ya no hay angustia,

y yo, rojo, de sangre,

algo coagulada, irradio rabia,

y licúo cualquier coágulo problemático,

para que termine pasando la sangre,

con comodidad y comicidad.

 

 

Sentires dispersos mientras

caigo en la inacción…

Rotación cerebral…

Siento pues poetizo…

Sucumbo a la armonía hiriente…

Ya no se marca el ritmo…

El ritmo soy yo…

Diáfano, secreto, incombustible,

entre el dolor y la pasión.

 

 

La circunferencia que nos rodea,

siempre circunstancial,

remueve nuestros sentidos,

llevándolos desde la alturas

al subway underground.

Y dejando minucias aparte,

y con altas dosis de cafeína,

realmente aprieto dientes y manos…

Ya que la posible mordedura puede

ser muy dañina.

 

 

El lujo del ascetismo

está lejos de mi sensibilidad

hedonista… ¿No hay límites

ni censura?

Solo las autoimpuestas por el

perverso subconsciente.

 

 

Mi laringe ya no traga…

Malos humores… Y mi cara

sesencajada pasa del esperpento

a la armonía en cuestión de instantes,

apuestos al sentir circunstancial…

Cuántas paradojas.

 

 

Las leyes de la física

nos han llevado al error…

¿Seguro que todos los cuerpos se atraen?

Se debería estudiar mejor,

la empiria me lleva

a otros sentimientos seguro

que también erróneos.

 

 

La convulsión reinante

denigra apetencias estrafalarias.

Lo retrógrado es el gran mal

de la humanidad, genera

sentimientos violentos y genocidios…

¿No hay nada que cambiar?

 

 

Las tesis urbanísticas

combinan la función con

la estética, como las relaciones

sexuales, como los intentos

de concebir… ¿…obras de arte…?

 

 

La multitud molesta,

.a comprensión crea odios.

La perpetuidad es cansada,

Los sentimientos son la verdad.

Solo hay que saber descifrarlos.

 

 

Cuando un cúmulo de

circunstancias desestabiliza.

Cuando la cotidianidad te

pone de mal humor, y el amor

anda confundido, y no crees en la verdad,

porque es mentira…

¿Hay alguna manera de estar más jodido?

 

 

Los lamentos ambientales en forma

de polución, son un cáncer social…

Ya no hay límites,

la violencia subjetiva,

creo que va a explotar.

 

 

¿No hay inconcreciones casuales?

El ritmo de los sentimientos tiene

arritmia…

La locución sé que es la distancia…

Cuando el tándem era original,

las argucias y las estrategias eran

más claras y pensadas…

No hay son…

No hay límites…

¿Estamos en un cambio de cosmovisión?

 

 

La abstracción gobierna el

mundo, sin éxtasis pero con pasión…

La gente, detritus ambiental, conocerse uno mismo…

Mentes obtusas, luto social…

Las noticias nefastas, no aportan nada, y

la falta de ideas originales es

el pan del día a día.

 

 

Recreando estilos, no existe el marketing

de mí mismo, la inutilidad del común de las

mentes abruma.

La ira está combinada con el desparpajo, y

lo expulso, gangrenándome mi interior,

lo común, lo irascible, la lucha individual,

somos simpleza, y de tan poca variedad,

todos parecemos una sola masa…

 

 

La insufrible masa perpetua,

me da dolor de estómago,

los límites ya están dados.

 

 

El concepto, siempre abstracto,

me indica lo alcanzable, la irrealidad

del mundo global.

 

 

Relatos inacabados,

inversiones en motivaciones

elementales, soy y actúo,

contemplo y pienso…

La incultura global

desinhibe de sentires y pesares,

y yo conduzco mi vida entre

vidas miserables…

Ecce homo ha muerto, ¿la verdad y la pasión

gobernará en el mundo desilustrado?

 

 

Ambiciones como metas obscenas,

la irascibilidad arremete.

El son fluye… Y yo… verbos y adjetivos metaforizados

disparo contra propios y extraños…

La línea divisoria acabó hace tiempo.

 

 

Restitución: la puntería verbal es esencial,

puede moldear sentires, el lujo espiritual

lejos de ser esporádico debería ser un modo

de vida… y los instintos, los que se han de conocer

y controlar, las esencias sobrantes, las escenas vitales

ingénitas y sobrantes…

 

 

Reenlace, el tamaño

importa, la humanidad

individual debería imperar

y gobernar.

Los sentimientos rugen,

internos y transmisores…

Eternos y concupiscentes.

 

 

Las mentiras patológicas

inducen a salir moratones

sociales…

Las aptitudes emocionales,

condicionan positivamente la

psique global.

Siento, luego renazco,

ideo, luego construyo.

 

 

Cuando el sentir puede

tanto crecer como decrecer…

Insurrección,

límites extemporáneos.

La moral se ha de contemporaneizar,

y la justicia actualizar…

Mientras… Yo consumo y me consumo.

 

 

Las variantes heterogéneas.

Las desilusiones extemporáneas.

Los instintos artificiales.

La infraestructura utilitarista…

Mundo paradójico.

 

 

La consumación alternativa.

La concepción conceptual.

Valga la paradoja…

Ecce mundo,

luces que ciegan.

 

 

La historia universal

como ejemplo inverso,

a no seguir…

Los individuos que se sienten comunidad,

la comunidad que elimina

a los individuos.

 

 

 

Continuaciones… Irracionalidad ilimitada…

Somos y estamos… Y

nuestros pareceres indecisos

solventan nuestras ineptitudes,

pensamos y sentimos,

y nuestra contemporaneidad es aplastante…

Queremos y nos quieren

Aunque habitualmente estemos alienados.

 

 

Las conclusiones… Irreverentes…

Deambulan por el mundo de

los sentires…

Estamos inmersos en la época de

la no poesía…

Aunque soy versátil que procede

de verso…

Correcciones extramentales…

Más allá del bien y del mal.

La ineptitud siempre es sobrante,

las simbiosis entre ideas

provoca sentires alterados…

Habemus poeta.

 

 

La ilusión de la irreverencia:

Estamental, paradójica,

nocturna y poética

 

 

Ejemplos íntimos:

Sentires ejemplares,

Sonidos insurgentes.

 

 

La dialéctica de los sentimientos.

Los mensajes incompetentes.

Las ilusiones conversas.

Los instintos abstractos.

 

 

La intimidad limitadora.

Los ejemplos prácticos teorizados.

Las falacias incomprensibles.

 

 

Los restos conscientes.

Revelar y brotar arte:

Admisión de lo expresivo.

 

 

Resolviendo quehaceres que

son sentidos y temidos…

Ando y desando,

me limito y limito.

Mientras la lucha de

contrarios batalla

en mi interior,

y mi super yo ya se ha vuelto

radical.

 

 

Las ilusiones llenas de haberes

y deberes…

Creando y recreando…

Acechan… Y la desenvoltura

que está en el

interregno…

Entre el bien y el mal

que sorprende y reprime…

 

 

Cuando unos largos cabellos sonríen,

y los labios encarnados hacen

muecas de terror, quizás estoy

viendo una película no apta para depravados.

 

 

Estando ausente hasta de mí mismo…

Circulo y habito…

La correspondencia con el exterior

es endeble.

La semejanza con la irrealidad

Irreprochable.

La consumación pasional

es un hecho repetitivo,

pero siempre nuevo y creativo.

 

 

La existencia inacabada:

Poemario intenso,

como la vida,

como mi vida…

Sin embargo siempre hay un después

en forma de versos, y sin imprecar

ni recordar un agente

interior externo,

me reconozco en mi obra.

 

 

Los límites que nos impone el mundo.

La orquesta sinfónica, que

como malabarista que es, impreca absurdos

e impone sentires abstractos…

La melodía ya ha empezado,

la armonía no es el mundo.

 

 

La consignación espiritual es nuestra,

ingénita e imperecedera…

Como si fuese universal,

nos desbocamos por ella

muchas veces sin darnos cuenta…

Los suburbios subjetivos e interiores

conmocionan y aterrorizan.

 

 

El ejemplo específico,

desemboca en la universalidad

después de ser contrastado.

Somos inventos naturales y

nuestras inquietudes se esconden

tras las modas y la información,

metralla…

Estamos hechos para no ser uno,

la globalidad nos impide ser sujetos.

 

 

Reflejos intempestivos,

intenciones adversas.

Como el punto y aparte,

la excomunión libertaria,

la sensibilidad sanguinaria,

el hacer tumbado.

 

 

Las alternativas rituales,

no místicas,

reflejan algo que no es

un Totem.

Los seres superiores se han

caído y ahora están a ras del suelo,

los sentimientos libres florecen.

 

 

La insignia no caduca.

El ser escarcea y las

esquinas molestan.

¿Dónde está el amor libre?

¿Ha muerto?

 

 

La conquista esencial

es el saber elegir la

palabra adecuada para describir

el sentimiento concreto.

 

 

La resultante del producto

da un sentimiento positivo…

La colección de iras va en aumento,

el ímpetu por ahuyentarlas es inútil.

Me recreo y divierto en mi propia

lógica íntima y personal.

El fuego acecha,

la vida descansa.

 

 

Cuando ya no

es tiempo de poesía, los

versos radicales se

enfurecen y ametrallan.

Los poetas no pueden hacer

nada para controlarlos.

 

 

Objetos como ilusiones,

piezas monocordes…

Aureolas eróticas,

sentimientos perversos…

Las ideas inmediatas,

mecanismos dispersos

para llegar al éxtasis conceptual…

 

 

Lo conseguido siempre es abstracto.

Relatos de ideas y sentimientos,

como las vidas dispersas en un

mundo diáfano.

 

 

El ruin afán

y la desmesura,

en el caminar dantiano,

sin pausas, sobre brasas.

Relámpagos, mi iris rojo, desemboca

en tú corazón.

La farsa es el ser universal.

 

 

La infancia.

La era ecléctica.

Los sentimientos

sin objeto.

La pose surreal,

todo y más.

 

 

¿El Quatrocento fue

el siglo del espíritu?

Voy, sin más, allá,

y vuelvo cargado de

estética, ¿qué otra

cosa es el arte

más que un submundo?

 

 

La angustia audiovisual.

Límites extemporáneos.

La realidad no existe.

Las ilusiones deambulan

sin timón…

y… ¿El antes del después

es el hoy?

Sin concretar, ambicionando ideas,

ilusiones perennes.

 

 

La sintaxis de la vida…

Casi siempre inapropiada.

La armonía de la vida…

Casi siempre ausente.

La chispa de la vida…

Casi siempre descontrolada.

 

 

Cuando dibujé, y los trazos

temblorosos se volvieron firmes,

y los versos dubitativos

fueron por fin contradictorios.

Los conjuntos se quebraron y sus

componentes, como locos se peleaban

y asesinaban…

Ya se acabó la lógica y la locura

en la vida perentoria.

 

 

Los marchantes deambulan

imprecisos, y el interregno,

que parece dantesco,

se asimiló a las circunstancias

comunes de una población

manipulable…

Yo quise gritar en verso,

y las ideas se concretaron

y yo me fusioné con la lírica

y los sentimientos paradójicos

y propios.

 

 

No hay ejemplos  a seguir,

Se les ha de poner límites.

Y el rebaño, como rebaño,

sucumbe a antojos y psicosis…

El subconsciente colectivo

afecta tanto a la globalidad como al poderoso

individuo.

De ellos hay muy pocos, y su discurrir

es libre y peligroso.

 

 

La herencia lejos

de ser comentada

se aterciopela con el

insigne malestar subjetivo:

Son momentos para el

aullido y la rebeldía,

son momentos para la poesía.

 

 

El mecanismo limítrofe

opera en la escena.

La linealidad no es

Operante. La similitud,

imposible…

La neurastenia es común

y colectiva.

El bienestar sin estado

escasea, es el ideal.

 

 

A lo imperativo no

le hago caso…

Cuando el marchante

sin visión…

Cuánto artista sin espíritu,

qué poco Kandinsky

en activo…

Para rivalidades la de los

comunes creyentes

avejentados y extemporáneos.

 

 

La disputa es sangrante,

mi interior contra mi interior, y

salgo vencedor, las paradojas aflojan,

las consideraciones son radicales,

y como ser pensante, sé que la lógica es

pura abstracción, como la vida, por eso

es tan certera y efectiva.

 

 

La luz incandescente desemboca

en un agujero claro, no sé si

siempre obtuso, o si además

de esencial y trascendente es

sexual…

Mis ojos lo iluminan,

si no sería oscuro, y el rostro

limpio provoca y consolida.

 

 

La inseguridad es a veces

un aliado, la incredulidad

una razón de ser, el cinismo

un estilo de vida.

Y la creación mi modus operandi,

y cómo notáis tengo un gran ego,

hasta que veo una comedia romántica,

y mi corazón estable se

desestabiliza.

 

 

Las leyes naturales desembarcan

sobre tierras movedizas, por

eso son cambiantes…

Las similitudes con la realidad

quieren ser exactas, pero a veces

no la definen, y mucho menos

me definen.

Imri: ha muerto la lógica.

 

 

La rebelión no es una utopía.

El exilio espiritual, a veces, una terapia.

Los límites jerárquicos, una basura.

Las listas inconvenientes, puntos negros

que alientan el mal lunar.

La vida siempre decayendo, ya que es lo que es,

movimiento.

 

 

Análisis prácticos.

Incongruencias domésticas.

Las ilusiones superfluas abundan,

mas son ilusiones.

La instancia, reclamando bienestar,

no tiene receptor, por lo tanto,

no puede haber comunicación.

¡No quedamos que estamos en la era

de las comunicaciones!

 

 

Soy un ser escéptico…

No creo ni en mí,

mucho menos en el otro.

La medida de todas las cosas

es la superficialidad.

¿Hay algún conocimiento

verdaderamente profundo?

Las insinuaciones sobre la verdad

se quedan en insinuaciones,

¿todo se puede contrastar?

 

 

La insignia carece

de significado…

Los sentimientos están

llenos de contradicciones,

y mi caminar, cansado,

describe el común malestar subconsciente.

 

 

La iluminación siempre es ideal.

Las constantes vitales

parafrasean la lucha por la vida.

Somos seres emotivos,

¿quizás es una condición animal?

 

 

Las ilusiones desembocan

en la sensibilidad adversa, cuando los números negativos

provocan remordimientos artificiales,

¿algo es lo que parece?

Vanguardia, conocimiento

impertinente.

 

 

La lectura de la vida,

de las vidas,

vicisitudes incoherentes…

La incomprensión irradia talento,

y las paradojas son

nuestra razón de ser.

 

 

Él escribe sin ideas propias.

Su lectura es contraproducente,

su visión violenta.

Creando sensibilidades

impracticables.

 

 

Las ilusiones vs las desilusiones.

La vida vs la muerte en vida.

La melodía vs la contaminación sonora.

Los contrarios se acercan,

hasta que las paradojas describen la vida.

No somos, no soy, defeco, copulo

y me consagro…

¡No, vida!!!!

 

 

Las creaciones como

recreaciones del propio

interior.

Expulsando miserias y alegrías,

vamos agonizando,

¿qué es la vida más que un trayecto

hacia la muerte?

 

 

Las conjeturas no válidas,

falsables, encomendadas

y recomendadas.

Blasfemia…

Mientras, corro, pienso,

avanzo y mi sostén

particular se encuentra en mí

propia psique.

 

 

La distancia transcurrida.

El espacio ambiental adverso…

Los deseos, la idolatría, la mentira…

Todo yace en nuestro mundo

ignorado,

en el que la próxima debacle

nos convertirá en ceniza,

alternada con aceptables propósitos.

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