La impiedad
Las cosas alternas,
Lo diametralmente opuesto…
Éxtasis de la carne, somos
todos carroñeros,
los depredadores, en instituciones y empresas,
borrachos de sobriedad, son
lo contrario a Aullido de Ginsberg,
ya no hay versos realmente contemporáneos,
la poesía ha de renacer…
Las peleas y obsesiones individuales
gobiernan el mundo…
El fétido mundo… dónde
los sinsabores, hacen
del sujeto un contorsionista,
llevamos toda la vida bajo un severo
entreno, pareceres y gestos duramente entrenados…
No hay síes y nos rotundos que puedan
ser escuchados…
El mercado, el puto mercado gobierna…
Y sus pensadores maquiavélicos, no hay idea
más acertada… en el mundo del submundo,
pensadores y poetas, son flagelados con
el látigo de la incomprensión,
el renacer es una ilusión, aunque
en ese momento estés viendo, El
Halcón Maltés, de John Houston.
La vida en forma prosaica no vale
la pena, y si es así, al menos que sea de tipo expresivo…
Aunque hay demasiados muertos en vida,
demasiadas ilusiones utópicas,
que son todo los que nos muestran, nos ofrecen,
nos inyectan hasta casi caer
por sobredosis…
¡No tantos estímulos por favor!
La vida nos da y nos quita, es la
ley de la existencia, y más que luchar
por la vida, yo soy
un asesino por la existencia,
primero soy yo y mis sentimientos y segundo,
lo secundario que no me importa,
tengo alma de ganador aunque
sea un perdedor, pero hasta ahora,
después la vida dictará, debería colocar
a cada cual en su lugar, aunque
no siempre lo hace, la suerte,
la puta suerte influye, claro que influye,
aunque el que busca encuentra, aunque el pasivo
a veces también encuentra, es la ley
regenerativa, la que hace de las personas resilientes
seres especiales, y el cúmulo
de sentires se desvelan, y ya no decaen más,
aunque el mundo invoque contra ellos,
la vida no es regional, debería ser global,
holística, entonces todos seríamos
sabios, dónde, ahora, encontrarse a alguno, es una utopía,
ya no hay seres especiales, ¿alguna vez
los ha habido?, dejos caer mis dudas,
y sin venganzas, le grito al espacio y
a mí mismo. Sé que he muerto
diversas veces, pero siempre
al final he podido sacar
la cabeza fuera del agua,
y si me convirtiera en un depredador
del submundo, de lo
undeground,
y mis versos retumbaran
en lo tímpanos de la gente que
está gobernando la mierda, perdón,
el mundo. Las series de novela negra y la literatura
de la generación Beat, se quedan cortos en sus
descripciones de la fetidez reinante,
las consolación, a veces, para bien y para mal, se
busca en la pasión y el sexo, ¿dónde se nos
fue la moral?,
Los primeros síntomas
antes de la caída, es el dolor
de cabeza, y el cúmulo de energía,
que hace que tú mente rebose
de imaginación, lo que ocurre, a veces,
es que esa imaginación está dentro de la
realidad, pero, ¿qué es real?
El camino, que no ha de ser
recto, el puto camino, que todos
andamos, ¿son tan diferentes los
caminos de las diferentes personas?
El camino de Kerouac es único,
el mío también debe serlo, aunque
estamos fabricados con moldes,
y si el molde es único, después
el mundo y su gente torcida trata de igualarlo a
los demás,
cuánta heroína haría falta para
olvidarse de la historia, tanto
individual como de la humanidad…
Pero no abusemos de nuestra existencia, mejor
la parsimonia, la armonía, aunque
sea utópica, quizás se puede ser un monje budista
y no caer en la mayor depresión y letargo…
A mí me afectaría, porque el pecado
da vida, y cómo dice la canción:
Todo lo que me gusta es inmoral, es ilegal
O engorda…
La claridad es el punto débil de
la mayoría, que ofuscación
reina en la mente motora,
en el mundo, regido
por un panteísmo sano
más inconsistente, aunque
totalmente creíble,
¡cuánta paradoja!
¡Cuánta desilusión!
La vida aprieta, solo tenemos
que aflojar el nudo,
lo que ocurre es que la mayoría
no lo conocemos, y para aflojarlo,
se necesita un estudio interior radical
y absorbente…
Y volvemos, el grito, el aullido,
cuándo mis intereses serán los intereses…
Cuándo mis expresiones serán las expresiones universales. En cambio, la irrealidad común, emerge como el deseo, cómo el deseo eternamente consumado… Y las disposiciones se alternan, ¿es eso la democracia? ¿Dónde están los dispositivos para que la guerra contra las convenciones se hagan realidad?
Y los sexos opuestos se encuentren sin
estrangularse… la vida sigue, y yo
recreando y recreándome… habituándome
al hábito, buscando respuestas imposibles,
complejas linealidades absorbentes…
Que como explicó Kandinsky, con el
punto y la línea sobre el plano se puede
componer todo…
Y ya sin divisiones internas, concretamos y las paradojas reinantes,
por fin son sanas…
Después de que el tiempo ya no importe, y las resoluciones
elementales sean benignas, delimito mis sueños, para
interpretarlos como si fuesen obras de arte…
Rehaciendo la historia, mi historia, más allá
del bien y el mal…
Reajustando inquietudes, satisfaciendo deseos…
Los pensamientos anárquicos me bien y se alejan,
ajustando la vida, mi vida…
Cómo con un diapasón…
El ritmo autista… siempre es y será
autista, lo mismo que la estética, siempre personal
y subjetiva… al ritmo del más allá…
Finiquitando asuntos del pasado…
Acomodando lo que quede de ellos…
Las liturgias han muerto, y las noches anarquizadas,
siguen mandando en los asuntos sociales…
¿Cuántos tratos se han decidido en la cama
después de horas de sexo
desenfrenado?
Cuando quiero gritar y me vuelvo mudo,
escribo en verso…
Cuando quiero reír, y no estoy lo suficientemente
contento, escribo en verso…
Cuando estoy enloquecido, y creo que no me voy
a estabilizar, escribo en verso…
Pero, que conste, que la mejor forma para conocer
tú estado de ánimo es escribir en verso…
Por eso grito a todos los poetas, es la guerra…
Vamos a combatir el materialismo
exacerbado, la falta de emociones y sentimientos,
con el verso… radical e iracundo, enloquecido, y personal…
Ojalá, todos los dirigentes
de bancos y multinacionales fuesen poetas,
todos los dirigentes, la mayoría fascistas, de un mundo
retorcido que se muere, fuesen poetas…
¡Quizás se equivocó Platón!, no debe ser el filósofo rey,
sino el poeta rey…
Las imposiciones no valen para nada…
Me impongo porque el afuera es del oprimido, piensa el opresor, sin su fuerza no
me podría imponer… luego le castigo,
y queda diezmado y visiblemente violado por mí fuerza,
que proviene de la suya…
Y llega el infierno, y vale para ahuyentarlo, un Aullido
como este, como el de Ginsberg, repetidamente
nombrado en este extenso poema sin sentido…
Las línea, rotas, se van y luego
vuelven para volver a romperse…
La rotura puede crear cosas…
Destruir… y luego… ¿hace
falta construir?
La historia debería enseñarnos,
lo que ocurre es que está
tan desactualizada, que
nos cuesta tomárnosla en
serio.
Pero después de varias caídas, y creyendo
haber aprendido mucho de ellas, volvemos a caer,
es eterno, cómo Dios, y eso
que yo soy agnóstico, lo que ocurre,
es que cuando conviene citarlo, o no
hay más remedio que citarlo, se le nombra sin tapujos,
como hizo Descartes o Kant…
Que acaban sus extensos argumentos en Dios…
Pero ellos eran creyentes…
Pero volvamos a aullar desesperadamente…
Y que nos oigan en cualquier lugar, en todo
sitio donde quieran escuchar, y un hijueputa
colombiano viene perfectamente al caso,
porque sé, que aunque se oiga el aullido
no será escuchado… ya que nadie
sabe escuchar…
Sino que se lo preguntes a Britten…
¿Cuánta gente lo ha sabido escuchar y
a percibido la magnitud de
su obra?
Las estructuras personales, afiladas,
están a punto de rechazar enemigos deformados, bestias salvajes que no saben que es lo que conviene en cada momento… la irresoluble beneficencia ajena, que como sabemos es nula, se encargará de poner a cada uno en su sitio, y los latigazos, que como sabemos son una flagelación… pararán… los días pasan, las noches se quedan estáticas, las penumbras dictan la vida… ¿Qué horas son las de mayor concepción de los primogénitos?
Por lo noche, en la penumbra del placer, dónde
las caras deformadas por el éxtasis gimen…
Es el inicio de nuevas vidas… El germen,
La sinfonía inacabada… ¿Cuántos años
quedarán para acabarla?
Una tarde gris e impersonal, me puse a escribir un
Poema, y me sentó
como si fuese un latigazo, pero me quedé
relajado…
Desde entonces no he dejado de escribir en verso…
El poeta es aquél
que no puede dejar de escribir poesía, ¿no Rilke?,
Por lo tanto debo de ser poeta…
Mis aullidos resonarán en las paredes de casas de extraños,
que sin saber lo que ocurre…
Renegarán de la estética rompedora,
de las metáforas residentes entre las
líneas, de los atributos atrevidos
y marginales… ¡basta ya!…
El planeta, que a mí no me quita el sueño…
Se está secando… ¿Quizás la tierra
este en la menopausia…?
Como cantó Serrat, arto ya de estar
arto, ya me cansé, de preguntarle al mundo, por qué y por qué… Yo no pregunto, yo fusilo… De ahí mi sintaxis, de allí mi locura, de allí que sea un sinvergüenza absoluto… Pero ya no quiero preguntarle al mundo por qué… Ya que es síntoma de estar en mal estado, débil y sin fuerzas, ni argumentos fuertes… Es síntoma de incomprensión, cuando, el pensador, lo que ha de hacer es preguntar con fines cognitivos, pero bajo la mayor objetividad posible, supongo que Serrat al preguntarle al mundo quería mejorar su estado anímico… ¡Yo no!, yo defeco en los rostros, y mis vómitos y estornudos se recrean en un mundo absurdo, disparando versos como balas… Escuchando melodías arrolladoras… ¿Cuánto falta para componer el lienzo ideal, insano y caradura?
Cuando hay templanza, la superficie
es menos rugosa, y el alma
más leve…
Ginsberg, siempre
buscó su templanza particular…
¿Todo poeta la busca?
El oficio del hombre del verso es conseguir la templanza, del alma, de las ideas y de la materia… ¿Qué sentido tendría si no?
Ya no hay sentidos contraproducentes, en su
tiempo lo fue el placer carnal, pero el hippysmo
lo echó abajo… el libertinaje era la norma
… y en la actualidad, entre fundamentalistas
y mentirosos, todos intentamos copular,
todos intentamos ser individuos,
y, ¿qué mejor manera de serlo
que sintiendo placer?
Individual y personal,
siempre subjetivo e incognoscible para
el otro, ¿o no?
Las existencias limitadas, truncadas, huérfanas de sensibilidad, ¿dónde, cómo, cuándo, por qué?
Las respuestas no son tan interesantes como los
cuestionamientos… Las ridiculeces
interpretativas no sirven de nada…
Cuánto psicólogo loco…
Cuánto paciente cuerdo y sano…
Las intenciones… En la desmesura…
Desmienten… O aprueban…
¿Quién tira los dados?
Sin gustarme demasiado el juego…
Podríamos hacer una analogía entre una partida de billar y la vida, la jodida y rocambolesca vida… Además las dos se han de jugar… La vida como juego, el juego como riesgo… La vida es un riesgo, o así lo ven muchos, cuando todos acabaremos en el mismo lugar, bajo tierra, devorados por gusanos impiadosos… O hechos cenizas para ser miradas por los hijos y demás personas queridas, que no saben qué hacer con el cofre.
El intelecto, para que vaya a cámara lenta,
exceptuando casos concretos,
y… ¿Somos los animales racionales o sea
pensantes?
Me río y nos reímos, la humanidad
es y será una sátira…
Nos creemos el corazón del cosmos, cuando para el cosmos cada partícula es su corazón.
Death, llevan tatuado algunos góticos, u otras personas que piensan que el sentido de la vida es su muerte.
La muerte, la gran esperada, vivimos para la muerte,
como nos quieren hacer creer los
libros de Heidegger…
O rehuimos de la muerte
como contrapuso Adorno…
Cada uno es cada cual, y cada uno
se toma la vida a su manera, y
tiene su propia verdad…
La verdad es relativa…
¡Qué sofista soy!,
arguméntamelo bien
t te daré la verdad,
yo, pobre de mí, un miembro
más de esta especie de energúmenos…
De listillos ignorantes… la definición
de la sociedad es que es picaresca…
Sus individuos no pueden funcionar de otra manera, si no sucumben en la ignorancia y la ridiculez, o eso piensan ellos.
Cuándo la luz aparece, y los torbellinos se apagan, muere el poeta, ¿muere el poeta?
Todos somos capaces de componer versos, solo hace falta abrir miras, ampliar el plano, y no tener ninguna censura interna, externa tampoco, por supuesto.
Las ideas fluyen, los cañonazos truenan, en películas no aptas para menores de dieciséis años… De las que muchos de doce se empapan, les educan, futura sociedad de violentos, presente sociedad de violentos, pasada sociedad de violentos, qué más da la película que veamos, si nuestra condición es la de guerreros, ¿no, Darwin?, cómo mínimo mantenemos una incansable lucha por la vida… y ¿para qué?
Quizás, si no fuese así, el tiempo de vida
sería más pausado, más armónico por lo
tanto más feliz.
La vida aprieta y afloja, como el estómago…
Los inquilinos de los parajes más
rocambolescos, diseccionan las miradas,
aprenden de ellas, cada palabra, cada gesto
tiene su propio significado,
y la multitud, que no hace la verdad… hace
la verdad de la mentira, sucumbe, ante
el largo cabello, de cualquier mujer con buenas
curvas y rostro atractivo…
La linealidad siempre ha sido una
ilusión… Los aborígenes del mundo son
los microorganismos…
La similitud entre los miembros
de las diversas especies es mínimo,
no digamos entre las diferentes razas…
¡Qué confusos que estamos, que somos!
¿Quizás nuestra condición
es la de ser seres confusos?
Creo en ella, igual que otra gente cree en el fútbol,
o en el deporte de riesgo… Hace
falta más antropología filosófica
para entendernos al menos un poco…
Ya que nuestra incomprensión hacia
nosotros mismos, genere la guerra de sexos,
incluso la violencia de género…
Que no es otro género que los celos
patológicos… Y aquí y ahora,
blasfemo y aúllo…
Como Ginsberg, el mayor
lobo de todos los poetas,
del que sus aullidos y lamentos
se debería enterar todo el planeta, aunque la gente
no está para eso, prefiere ver a veintidós tipos
ridículos peleando por una esfera,
cuándo dejó la esfera de ser divina, como creían algunos filósofos griegos,
cuándo empezó el fútbol…
Joder, debería castigar a sus amantes
que no conocen a otro Dios que a los colores
de su triste equipo…
Versos, ausentes, tristes, compungidos…
Aullido desesperado, radical, atonal y provocador…
qué así sea…